Día 112: Pacto de amistad

INTRODUCCIÓN

  • Jonatán protegió a David muchas veces y hoy veremos que lo hace de manera particular.

  • Milca también protegió a David.

  • Saúl sigue empeñado en que David debe morir. Vimos varios intentos de Saúl por capturar a David y cómo fue hasta Ramá buscándolo.

  • Los mensajeros enviados por el rey se encontraron con el profeta Samuel, empezaron a profetizar y no pudieron cumplir con traer a David ante Saúl. Finalmente el mismo rey decidió ir a buscarlo y llegó hasta allí, pero el Espíritu de Dios se apoderó de él y también terminó profetizando.

  • Samuel ungió a David como rey, ha ungido a Saúl, pero su vida está en peligro.

  • Saúl está tratando abiertamente de matar a David y no le va a importar nada.

  • David se convierte en un hombre eternamente perseguido por el rey. En las siguientes lecturas veremos las respuestas a las siguientes preguntas: ¿Cuál será el futuro de David? ¿Andará fugitivo hasta que muera el rey? ¿Qué va a pasar?

  • Hoy leeremos 1 Samuel 20 y Salmo 142. Este es el día 112.

PUNTOS CLAVE

  • Jonatán ayuda a que su mejor amigo, David, escape.

  • Saúl sabía que Milca, su hija, lo había engañado en cuanto a David.

  • Saúl sabe que David y Jonatán son buenos amigos. Jonatán tenía que ser prudente manteniendo en secreto su comunicación con David, su mejor amigo. Deciden comunicarse mediante las flechas que va a lanzar Jonatán en el campo. Ellos hicieron un pacto de amistad delante de Dios.

  • David no deja de preguntarse: "¿Qué he hecho yo?" Él no ha hecho nunca nada contra Saúl. Lo que ha hecho es ayudarlo. ¿Cuántas veces ayudamos a la gente y la gente que ayudamos es la primera que se voltea contra nosotros y hasta a veces nos ponen el pie en el camino para que tropecemos? Son de pronto los que más adelante nos van a truncar nuestros propios planes.

  • Saúl parece que ha perdido su compostura como rey. Dios definitivamente sabía que este hombre no tenía el corazón, pero aún así él es el rey. El pueblo quería tener un rey, ellos querían que fuera Saúl y el Señor lo aprobó. Cada uno tiene el gobierno que se merece. Los israelitas querían un rey y se les dió lo que pidieron.

  • El pueblo no aprende las lecciones, sigue rebelde, sigue incrédulo. Así podemos ser también nosotros en muchas ocasiones, pidiéndole al Señor y se nos olvida permanecer en calma y en una actitud que nos abra a Dios. Él siempre cubre nuestras vidas, nos provee con lo necesario. Él nos concede nuestras peticiones y a veces hasta nos sorprende. Algo que la gente dice es: "¿Por qué Dios no siempre responde mis peticiones?" Pero aunque pidamos esto o aquello, no nos ocurre pensar que a veces la respuesta es "NO".

  • Dios a veces nos da las respuestas de una manera que no esperamos. Hoy la respuesta hacia David no fue positiva. El rey sí lo quiere matar. Está en su contra, todo se ha puesto en contra de él. Podríamos pensar que Yahvé quiere que él sufra de esa manera, pero a veces son sólo las circunstancias de la vida. A veces hay celos de la gente, hay cosas que nos pasan y no tiene que ser culpa de Dios todo lo que nos pasa.

  • Las lecturas de hoy nos dejan una gran enseñanza sobre la amistad, cómo puede ayudarnos, cómo puede salvarnos. ¡Qué hermoso es tener grandes amigos! ¡Qué hermoso es tener fidelidad entre amigos, hacer pactos de cariño delante de Dios con nuestros amigos! Decir: "Yo estaré contigo porque eres mi amigo, porque crecí contigo, porque eres del vecindario, porque eres de la universidad, porque eres del trabajo; porque eres una persona buena".

  • No permitamos que nada transforme nuestras vidas de manera negativa. Permitamos que Dios la transforme de manera positiva y que nosotros podamos confiar en nuestro mejor amigo, que es Cristo. Pero que también tengamos amigos aquí en la tierra que nos ayuden a transformar el corazón, incluso de nuestros enemigos, que no dejemos que nada nos domine, ni la ira, ni la venganza. Que le digamos al Señor: "Señor, gobierna tú nuestra vida y ayúdanos a sentirnos satisfechos con lo que tenemos".

  • Hoy el problema de Saúl es que está insatisfecho, es insaciable, él quiere todo el poder, quiere todo para él y siente envidia y la envidia lo domina hasta el punto que quiere convertirse en un asesino. Quiere destruir al rey David. Él no sabe todavía que ya fue ungido, que es el rey con el corazón más parecido al corazón de Dios.

  • Y tú, permite que esta sea una palabra de esperanza en cuanto a la amistad con Dios, a la amistad con los demás. Que no dejemos que nada dañe nuestras amistades. En lo posible que nuestros amigos nos ayuden a alcanzar la libertad verdadera. Muchos de ellos son la solución para nuestros problemas, el hombro donde llorar, el abrazo que estamos necesitando. A veces una palabra de consuelo que nadie más nos puede dar. Así como Jonatán servía de consuelo a David, que tú sirvas de consuelo hoy para alguien más.

  • No nos dejemos llevar por el mal ejemplo del rey Saúl, mejor sigamos el ejemplo de su hijo, Jonatán, un hombre bueno que honró su fidelidad a las promesas, alguien que supo ser indiferente a la ira de su padre, pero ser fiel a las promesas que hizo delante de Dios, a la amistad, al amor.

  • Milca y Jonatán son dos personajes que nos llenan de coraje, de fortaleza ante los injustos agresores, que a veces son miembros del gobierno, de nuestra familia. No importa de qué sector vengan, pero no podemos empatizar y aliarnos con los injustos agresores. Que siempre luchemos por la verdad, la justicia, por la paz. Que rescatemos el valor de la amistad, la fidelidad de la amistad que es tan importante.


ORACIÓN FINAL DE Fr. SERGIO

"Hoy más que nunca oremos los unos por los otros para que esta palabra que Dios nos ha regalado sea una palabra viva, para que esta palabra nos llene cada día más de fe. Para que ustedes y yo podamos enseñar lo que hemos leído, lo que creemos, para que podamos cumplir con nuestros designios de la amistad con Dios y con nuestros hermanos. Y que la bendición de Dios Todo poderoso que es Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre cada uno de ustedes y los acompañe siempre. ¡Que Dios los bendiga!"


COMENTARIOS ADICIONALES

1S 20,1-42 – David y Jonatán


"Este último episodio que refleja el odio declarado de Saúl contra David es también una magnífica expresión de sincera amistad entre David y Jonatán. El hijo de Saúl, además de comprobar la intención de su padre, toma conciencia de las graves consecuencias que puede acarrearle su amistad, puesto que puede estar jugándose su futuro como rey (vv. 30-31). Sin embargo, se mantiene fiel a su amigo y arriesga su propio destino. «Jonatán, aquel excelente joven, sin atender a su estirpe regia y a su futura sucesión en el trono, hizo un pacto con David y, equiparando el siervo al señor, precisamente cuando huía de su padre, cuando estaba escondido en el desierto, cuando estaba condenado a muerte, destinado a la ejecución, lo antepuso a sí mismo, abajándose a sí mismo y ensalzándolo a él: Tú —le dice— serás el rey, y yo seré tu segundo. (…) Ésta es la verdadera, la perfecta, la estable y constante amistad: la que no se deja corromper por la envidia; la que no se enfría por las sospechas; la que no se disuelve por la ambición; la que, puesta a prueba de esta manera, no cede; la que, a pesar de tantos golpes, no cae; la que, batida por tantas injurias, se muestra inflexible; la que provocada por tantos ultrajes, permanece inmóvil. Anda, pues, haz tú lo mismo» (B. Elredo, De spirituale amicitia 3).


Una vez más el odio que anida en el alma de Saúl contrasta con la habilidad serena de David para burlar todas las insidias; y, por encima de todo, se confirma que el Señor, aun sin apenas nombrarlo, está a favor de David, le protege y favorece sus empresas, no sólo en las más trascendentales, sino también las más íntimas, como en este caso su profunda amistad con Jonatán.”


(Comentario tomado de la Sagrada Biblia Universidad de Navarra, edición Latinoamericana, versión electrónica).