Día 119: Muerte de Saúl
INTRODUCCIÓN
Estamos llegando al final de los días del reinado de Saúl. Él continúa la persecución a David, quien le respeta y le perdona la vida una y otra vez. David ha tenido que huir y ahora le está sirviendo a Aquis.
Parece que la confianza de David se ha venido al piso a pesar de todo lo que Yahvé ha hecho por él. David se ha entregado al servicio de Aquis, y él le ha declarado la guerra a Israel. ¿Qué va a hacer David ahora? ¿Qué posición va a tomar?
Hoy, llegaremos a lo que se llama «El final del reinado de Saúl». Ya Dios no habla con Saúl y él está triste. La mujer adivina que vimos ayer, le confirma una vez más que Yahvé no está luchando con él, que no está a su lado.
Ya que hemos llegado al final del reinado de Saúl ¿qué va a pasar de aquí en adelante? Saúl ha visitado a una adivina en Endor. Debemos saber que estas prácticas, no están a la luz de la palabra de Dios, que debemos librarnos de ellas, nuestra confianza tiene que estar puesta sólo en el Señor y recordemos que, el que pone su confianza en el Señor, nunca será defraudado.
Hoy estaremos leyendo 1 Samuel, 29-31 y el Salmo 18, Este es el día 119.
PUNTOS CLAVES
Con Dios siempre hay victoria y Él cumple sus promesas.
Hoy hay un enfrentamiento y se derrama mucha sangre, pero hay victoria. Saúl, tiene que enfrentarse con los filisteos, mientras que David ha tenido que perseguir a quienes se han llevado a su familia y a la familia de sus soldados.
En David, encontramos victoria, en Saúl llegamos al final. Nos damos cuenta que, el Señor hace justicia, a los que se portan bien, los acompaña y a los que no, los va dejando a su propia justicia. Vemos la vida de David entre los filisteos y vemos la vida de Saúl con el pueblo de Israel. Dios no le había dicho a David que saliera, pero él se había alejado un poco, no siguiendo la voz de Yahvé sino siguiendo sus propios deseos.
Por otro lado, hoy vemos cómo los filisteos desconfían de David y no permitieron que luche con ellos contra Israel, por temor a que se volteen sus lealtades. Estos príncipes dicen que se tienen que regresar y el rey, que no ha encontrado ninguna falta en David se sorprende, pero sabe qué tiene que estar en conjunto con aquellos que van a dar la lucha con él. En cierta manera estuvo bien que David no hubiera estado allí, pues hoy murió su mejor amigo Jonatán, con sus dos hermanos y su padre Saúl.
David, ha pedido consejo a Dios para seguir a los amalecitas y Yahvé lo ha guiado y ha encontrado justicia. De esa misma manera David se comporta, repartiendo el botín por igual, tanto con los 400 hombres que dieron la batalla, como con los 200 que no pasaron. Aparte de eso, vimos que envió obsequios a sus amigos y el botín fue bien repartido. David ha luchado contra los amalecitas porque éstos han destruido la ciudad, le han prendido fuego. Imaginémonos a David en este momento tan difícil para él, cuando tuvo miedo porque parecía que lo iban a apedrear, pero puso su confianza en el Señor. ¿En quién pones tú la confianza cuando todo parece venirse encima? ¿En quién estás poniendo la confianza cada vez que incluso los propios tuyos, se regresan contra ti?
Hemos llegado al final del primer libro de Samuel y podríamos pensar que, no hay ninguna cosa especial sino la muerte de Saúl. En realidad esta historia no termina aquí. Vamos a iniciar en el próximo capítulo, es decir mañana el segundo libro de Samuel y tendremos registrados muchos más hechos que van a llegar a nosotros. Será el principio del reinado de David.
Con esto hemos aprendido que es mejor obedecer y hacerle caso al Señor, que desobedecerlo y dejar que nuestro corazón se aparte de Él. Qué interesante que hoy tú y yo podemos decir: «Señor queremos terminar nuestra vida en buena dirección, ayúdanos a serte fieles, que nuestro corazón esté siempre contigo.
No queremos tener una historia trágica, no queremos tener un final como el de Saúl, que con él, arrastró a su familia, arrastró a sus hijos, a su pueblo; solo porque se alejó de tu amor y tu misericordia.» Así que tú y yo, mejor nos acercamos a nuestra familia, a nuestros hermanos, a nuestros amigos, a nuestro pueblo, a la gracia, a la misericordia de Dios, que se nos revela cada día. Esta oportunidad que tenemos hoy, es una oportunidad de restablecer nuestra relación de ese amor personal con Cristo, con Dios. Para que vivamos nuestra vida de manera apropiada y de esta manera podamos decir: «Señor, hemos dado el combate en tu nombre, y en tu nombre hemos vencido.» Pero que sea un combate de paz, de reconciliación y de amor.
ORACIÓN FINAL
Y antes de despedirme, como siempre, quiero pedirles que por favor oren por mí, para que yo pueda ser fiel a este ministerio que se me ha confiado, para que pueda vivir con fe lo que leo, lo que comparto con ustedes, para que puedan enseñar siempre la verdad y para que pueda cumplir lo que he enseñado. Y que la bendición de Dios todopoderoso que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre cada uno de ustedes y los acompañe siempre. ¡Que Dios los bendiga!
COMENTARIOS ADICIONALES
Salmo 18
"Sea quien fuere el autor, el yo del poema es David, y el salmo es un himno con acción de gracias y una reflexión. Básicamente el poema se compone de un marco, introducción y conclusión, y un cuerpo, dividido en dos cuadros unidos por una pieza reflexiva. Los dos cuadros del díptico describen o cuentan la liberación de los peligros. El primero es una grandiosa transposición imaginativa, con rasgos de simbolismo mítico, en un juego de epifanía y teofanía. Los enemigos históricos son epifanía de las fuerzas de la Muerte, la tempestad es epifanía de Dios. El segundo cuadro es menos lineal. Estiliza una narración en situaciones típicas o momentos representativos: persecuciones, batallas, victorias, hasta que el protagonista se establece como rey de su pueblo y soberano de reinos extranjeros. La pieza central es reflexiva: de la experiencia personal el orante se remonta a constantes de la acción y conducta divinas. Otra versión del salmo, con algunas variantes, se lee en 2 Samuel 22." [L. Alonso Schökel]
(Tomado del website https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=sl_17143. Accesado el 9 de mayo de 2022)