Día 113: Saúl mata sacerdotes de Yahvé

INTRODUCCIÓN

  • Ayer vimos cómo Jonatán protege a su amigo David. Vimos también cómo David confronta a su amigo, pues él nunca había hecho nada contra Saúl. Por el contrario, era un servidor fiel que le ayudaba a Saúl en todas sus batallas, en todas sus campañas, pero no sabía por qué Saúl lo perseguía.

  • Saúl no se comportó como un rey. Dios sabía que no era un rey y tampoco que era el hombre que él había escogido, pues realmente el pueblo fue quien quiso tener un rey y quien quiso a Saúl como rey.

  • Dios les concede lo que piden, pero el pueblo siempre está descontento. Es permanente el descontento que tienen. Son insatisfechos. Parece que no disfrutan de gozo y de paz en sus vidas. Siempre hay algo que no los deja ser felices.

  • En este libro vemos cómo Jonatán le dijo a David que su padre estaba tomando medidas para matarlo y él inventa una manera para comunicárselo a David. Hacen un pacto estos dos hombres. Son amigos verdaderos. Jonatán fue un verdadero amigo para David. Y es maravilloso tener amigos como Jonatán.

  • David no tenía buena presencia ante el rey. Estuvo bien que se hubiera ausentado. Y ahora el rey se pone de mal genio con Jonatán.

  • A David le toca esconderse en el campo. Jonatán mira la manera de comunicarse con David sin que Saúl se dé cuenta. De aquel momento en adelante David va a estar en peligro por lo cual tendrá que estar en constante huida. David tiene que eludir a Saúl de todas las maneras posibles.

  • Jonatán cumplió su promesa y veremos cómo David también cumplirá la suya. Cuando mueran Saúl y Jonatán, será David quien muestre bondad por el hijo de Jonatán, lo llevará a su palacio, lo cuidará y cumplirá la promesa que le hizo a su amigo.

  • Leeremos 1 Samuel, capítulos 21 y 22; Salmo 52. Este es el día 113.

PUNTOS CLAVE

  • Leeremos varios pasajes que nos muestran el odio de un hombre que no está guiado por Dios. Saúl parece que ha perdido toda la perspectiva. Se está olvidando que Dios es el que tiene que darnos los designios de lo que debemos hacer y de lo que no debemos hacer.

  • En estos últimos capítulos, David está ascendiendo. David entró al servicio de Saúl, pero a la vez, ahora David tiene temor de Saúl porque este quiere matarlo. Por eso Milcá y Jonatán le salvan la vida. Esta última vez fue Jonatán y ahora su padre está molesto con el hijo, hay discordia entre los dos.

  • David continúa eludiendo a Saúl. Vemos cómo David, en su necesidad de salvar la vida, va a buscar auxilio en Nob. Habla con los sacerdotes, quienes le dan de comer del pan consagrado (Pan de la Presencia).

  • David se sentía muy solo, no se da cuenta de que con él está Yahvé. Parece que todos ahora están en contra de él. Ajimélec, sacerdote en Nob, lo recibe con simpatía y lo trata de ayudar. Aunque este pan es consagrado para fines religiosos, también parece que este pan alcanza para los que están hambrientos, para los que necesitan comida.


  • Dar este pan a David y a sus hombres hace que el sacerdote quebrante en cierta manera la letra de la Ley, pero no el espíritu de la Ley. Jesús también muchas veces fue acusado de lo mismo, de quebrantar la Ley. Pero Jesús no quebrantaba el espíritu de la Ley, él trabajaba los sábados ayudando a los que estaban necesitados.

  • Recordemos el día que sus discípulos iban con Él por los sembrados el día de reposo y ellos empezaron a arrancar las espigas y todos le dijeron: “¿Por qué hacen eso en el día de reposo? No es lícito”. Pero él mismo citó este pasaje de David y dijo: “¿No has leído lo que pasó con David, cuando pasó necesidad y sintió necesidad él y los que estaban con él, cómo entró en la casa de Dios diciendo a Abiatar, sumo sacerdote, y como él comió la porción de sus panes consagrados de los cuales no era lícito comer sino a los sacerdotes, pero David se lo dio a comer a los que estaban con él?".

  • De esta manera vemos cómo el mismo Jesús usa este pasaje para mostrarnos que el sábado —o el día de reposo— fue hecho para el hombre y no el hombre para el día de reposo. Por lo tanto, el Hijo del Hombre es Señor de ese pan, es Señor del día de reposo. Lo que Jesús quiere decir es que si le fue posible a David hacerlo, y estuvo bien, pues Jesús es mayor que David y está bien lo que hace en sábado. Así como David comió ese pan sagrado porque tenía necesidad, Jesús está diciendo que la necesidad de los seres humanos que Él sana en sábado sustituye cualquier clase de ley, cualquier clase de rito, cualquier clase de ceremonia porque está primero ayudar a aquellos que tienen hambre y necesidad de Dios.


  • David salió sin espada, sin lanza, porque tiene que huir a prisa y él realmente no está cumpliendo ninguna misión del rey, pero lo dice para justificarse y para conseguir muchas cosas. Dice: “Vengo aquí en una misión secreta”. Pero lo único secreto era que él tenía que esconderse del rey porque el rey quería matarlo.

  • David tiene que seguir escapando. Tiene prisa. Tiene que buscar la manera de no perder su vida. ¿Cómo tú y yo estamos escapando a la muerte que nos causa el pecado? ¿Cómo podemos aprender de David una lección de paciencia cuando creemos acabar con un problema y no encontramos la solución? ¿Cómo nos comportamos cuando tenemos que esperar a que Dios actúe, pero Él va más lento que nosotros?


  • Hoy hemos visto qué Dios sigue trabajando, y a veces un poquito lento, no podemos apresurarlo, sino dejar que Él nos vaya guiando. No dejemos que nos guíen nuestros impulsos, porque podemos volvernos impacientes. El método nuestro no es el método que usa Dios para con nosotros.


  • Digámosle a Dios: “Señor, queremos que hagas un proceso en nuestras vidas. Queremos que nos vayas transformando. Queremos ser tu imagen y semejanza. Que hagas en nosotros tus obras buenas, que podamos hacer lo que es correcto. Así que, guíanos. Tal vez estamos como David. No tenemos ni lanza ni espada, no tenemos armas para el combate, pero te tenemos a ti y cuando tú estás con nosotros, Señor, tú tomas el control. Así que, hoy me rindo a tus pies, Señor Jesús, y te entrego el control de mi vida para hacer un pacto como el que hizo David con Jonathan, para sentir que estás conmigo y que no me abandonas y que tal vez hoy tengo que decir «Señor, estoy aquí porque siento tu amistad, siento tu amor, no quiero huir de mis problemas, no quiero estar tan lejos de ellos porque ahora contigo hay victoria»”.


ORACIÓN FINAL DE Fr. SERGIO

"Y que no se nos olvide que la oración que hacemos los unos por los otros es poderosa. Por eso, hoy te pido una vez más que ores por mí para que sea fiel a este ministerio que se me ha confiado, para que pueda vivir con fe esto que estoy leyendo y compartiendo con cada uno de ustedes, para que pueda enseñar la verdad y para que pueda cumplir lo que he enseñado. Y que la bendición de Dios todo poderoso que es Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre todos ustedes y los acompañe siempre. ¡Que Dios los bendiga!"


COMENTARIOS ADICIONALES

1 S 22,1-5 – Saúl y los sacerdotes de Nob


"David comienza su actividad de dirigente y de estratega, y lo hace repitiendo el gesto de los elegidos del Señor: desprendiéndose de su familia (v. 3), como hizo Abrahán (cfr Gn 12,1), y siguiendo el consejo de quien Dios ha puesto en su camino (v. 5), como Moisés (cfr Ex 3,7). Desprendimiento y obediencia son virtudes exigidas a quienes tienen una misión importante en la historia de la salvación. Jesucristo pedirá también dejar familia y bienes con total radicalidad (cfr Lc 14,26) y ser dóciles a la palabra del Señor (cfr Lc 11,28). «Renunciar a la propia vida significa no buscar nunca la propia voluntad sino la voluntad de Dios, y hacer del querer divino la norma única de la propia conducta» (S. Gregorio de Nisa, De instituto christiano)."


(Comentario tomado de la Sagrada Biblia Universidad de Navarra, edición Latinoamericana, versión electrónica).