Día 58: Ofrenda de dedicación

INTRODUCCIÓN

Ayer veíamos el libro de Números y había cosas interesantes. Hoy quisiera hacer una recapitulación acerca de lo que es el voluntario Nazareo. Tenía tres cosas prohibidas esta persona:

  1. No debería beber vino ni sidra.

  2. Tampoco debía cortarse el cabello.

  3. Tampoco debía acercarse a una persona muerta.


Estas prohibiciones nos querían demostrar que cuando uno se separa y se entrega a Dios pues se separa un poco del mundo. En otras palabras lo que el texto nos quiere decir es que para esa persona Dios siempre tiene que ser primero en su vida. Tenemos que mirarlo porque Jesús más adelante nos va a decir que el que quiera ser discípulo de Él pues que tiene que renunciar a todo, tiene que renunciar a su padre, a su madre, a la familia, etc. y eso lo veremos cuando lleguemos al evangelio de Lucas.


Cristo siempre quiere ocupar el primer lugar en nuestras vidas y lo notamos desde Yahvé que siempre quiere que nosotros lo tengamos a Él por encima de todas las cosas. Lo veíamos con el: “Escucha Israel sólo uno es tu Dios”... es el Shemá que tiene que estar en la puerta de todos los lugares de los Israelitas y todos los habitantes tienen que ponérselo en su frente y conectado a su brazo. Es algo interesante y lo estoy viendo ahorita que estoy aquí en Israel; como el Shemá está por todas partes. Como la gente lo proclama, lo reza, lo comparte, lo vemos por todos los lugares ¡el Shemá está por todo este lugar!


Nosotros también, como creyentes de Cristo, hoy en día sería bueno que hiciéramos votos al Señor. Decirle: “Señor, yo quiero ser voluntario a tu servicio. Quiero escogerte siempre. Quiero entregarte mi vida en todos los momentos. Quiero tener una relación íntima contigo" y consagrarnos a Dios. Hay mucha gente que hace la consagración a Maria. Hace unos días estábamos en Lourdes y muchas personas se consagraron a la Virgen allí y decían: "Señor, queremos consagrarnos a través de la Virgen. Tal vez hoy venimos con las manos vacías y no tenemos mucho que ofrecerte, pero tenemos un corazón abierto para recibirte. Queremos entregarte nuestros pecados para que nos salves, para que nos cubras con tu gracia, para que los bordes de nuestra vida." Es una manera de entregarnos al Señor y decirle: “Señor estamos aquí para adorarte, para mostrarte nuestro amor” y por qué no para darle al Señor también nuestro tiempo, nuestro talento y nuestro tesoro. No saques excusas, tienes todas las oportunidades de servirle hoy a Dios, sobre todo siendo un testigo de su amor y su misericordia.


Estaremos leyendo Números capítulo 7, Deuteronomio capítulo 7 y estaremos con el Salmo 92. Este es el Día 58.


ORACIÓN INICIAL

Padre de amor y misericordia, Tú que haces elocuente la lengua de los niños, educa también la mía e infunde en mis labios la gracia de Tu bendición, Padre, Hijo y Espíritu Santo.


Y a ti te invito para que pidas al Espíritu Santo que abra nuestra mente y nuestro corazón para que podamos gustar de estas palabras de Dios en nuestra vida hoy.


PUNTOS CLAVES

  • Continuamos con estas bellezas de lecturas, me encanta el Salmo, es uno de mis favoritos, tanto el 91 como el 92, porque da el Señor tanta esperanza a los que actúan bien. Les dice a los que son justos que van a florecer como la palma, que crecerán como el cedro del Líbano, que la casa que nosotros plantamos en Yahvé, florecerá, porque tú y yo, si sembramos nuestra familia, nuestra vida, nuestro trabajo en el Señor, Él lo hará florecer.¡Qué mejor, que más hermosa promesa podemos esperar de un Dios como el nuestro, de un Dios que es maravilloso, que es generoso con todas las generaciones y que sólo está buscando que nosotros actuemos conforme a su voluntad. Que le seamos fieles a Él y mostremos que ser fiel a Dios, paga, que vale la pena.


  • Este capítulo 7 [de Números] es realmente extraordinario. Hay un punto de vista de muchos detallitos, mucha repetición de ellos sobre lo que está dando cada príncipe, que está haciendo cada persona, vemos la generosidad de todos aquellos que se acercan a la bendición de la tienda del Señor, de su santuario y como cada uno generosamente da. ¿Tú que estás dando? ¿Cuál es tu generosidad para el lugar reservado al Señor? ¿Cómo estás poniendo tu ofrenda? ¿Cómo estás bendiciendo este lugar que dices que vas a usar para el culto, para entregarte al Señor, para mostrarle a Él, que tú estás dispuesto a amarlo y entregarle todo al Señor? Es una gran pregunta para nosotros el día de hoy: ¿Qué estamos ofreciéndole nosotros a Dios? ¿Es tu ofrenda generosa o simplemente es una ofrenda reservada? Qué buena pregunta ¿verdad?


  • Yo pienso que la mejor ofrenda que le podemos hacer a Dios es la de nuestra Fidelidad. Hoy en el libro de Deuteronomio el Señor consagrada a su pueblo y dice: “Mira yo te entrego todo esto y solo te pido que no te juntes y no hagas cosas con los que no están bendecidos; que no te acerques a ellos porque puedes caer en idolatría. Cuando yo era niño siempre me decían que “el que anda en la miel algo se le prende.” A veces tenemos que reservarnos ¿Hay que amar a todo el mundo? Si. ¿Hay que aceptar a todo el mundo? Sí, pero hay que saber cómo relacionarnos con ellos y como nosotros ser mejor, ser un instrumento de bendición para ellos, de acercarlos a Dios, de apartarlos de toda enfermedad, de toda cosa que los hace caer a ellos y no dejarnos llevar nosotros a estos lugares de tentación, sino sacarnos a ellos poco a poco. Vamos a poder ayudar a las personas porque Dios está a nuestro lado. Dios está luchando con nosotros.


  • Por eso lo alabamos, por eso lo bendecimos y por eso le damos gracias constantemente, porque es un Dios que quiere que todos los hombres se salven. ¡A mí eso me encanta! Yo digo: “¿Qué Dios como el nuestro?” Pues ninguno. Nadie como nuestro Dios: Bondadoso, generoso y deseoso de que todos estén en su presencia.


ORACIÓN FINAL


Así que hoy tal vez deberíamos tomar esas palabras del Salmo 92 y decir: "Señor, tú con tus hechos me alegras. Señor, yo aclamó y bendigo las obras de tus manos porque son grandes, porque tus pensamientos son profundos. A veces no los entiendo, a veces no los comprendo, pero sé Señor que tú me ayudas, me guías y me haces que yo pueda ayudar a los que están por el mal camino, para que ellos también puedan florecer, para que ellos no sean destruidos, sino para que con nuestra plegaria, con nuestra ayuda ellos vivan contigo eternamente. Así que Señor danos esa fuerza para que todos podamos florecer, para que todos podamos ser plantados en tu casa, porque, si estamos en tu presencia, prosperaremos, porque Tú eres un Dios de bendición, porque Tú eres un Dios que quieres nuestra salvación.


Al llegar a este final, no se olviden también de orar por mí, para que siga siendo fiel a este ministerio que se me ha confiado, para que pueda vivir con fe y alegría todo lo que leo y lo que enseño, para que siempre enseña la verdad y para que pueda cumplir lo que ha enseñado. Y que la bendición de Dios Todopoderoso que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y los acompañe siempre ¡Que Dios los bendiga!


PARA MEDITAR

  • Fray Sergio nos invita a ser generosos con Dios, a ofrecer de nuestro tiempo, talento y tesoro para el Señor. Reflexiona: ¿Qué estoy ofreciéndole a Dios? ¿Es mi ofrenda generosa o simplemente es una ofrenda reservada?

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

Nm 7, 89

433 El Nombre de Dios Salvador era invocado una sola vez al año por el sumo sacerdote para la expiación de los pecados de Israel, cuando había asperjado el propiciatorio del Santo de los Santos con la sangre del sacrificio (cf. Lv 16, 15-16; Si 50, 20; Hb 9, 7). El propiciatorio era el lugar de la presencia de Dios (cf. Ex 25, 22; Lv 16, 2; Nm 7, 89; Hb 9, 5). Cuando san Pablo dice de Jesús que "Dios lo exhibió como instrumento de propiciación por su propia sangre" (Rm 3, 25) significa que en su humanidad "estaba Dios reconciliando al mundo consigo" (2 Co 5, 19).

Dt 7, 6

762 La preparación lejana de la reunión del pueblo de Dios comienza con la vocación de Abraham, a quien Dios promete que llegará a ser padre de un gran pueblo (cf. Gn 12, 2; 15, 5-6). La preparación inmediata comienza con la elección de Israel como pueblo de Dios (cf. Ex 19, 5-6; Dt 7, 6). Por su elección, Israel debe ser el signo de la reunión futura de todas las naciones (cf. Is 2, 2-5; Mi 4, 1-4). Pero ya los profetas acusan a Israel de haber roto la alianza y haberse comportado como una prostituta (cf. Os 1; Is 1, 2-4; Jr 2; etc.). Anuncian, pues, una Alianza nueva y eterna (cf. Jr 31, 31-34; Is 55, 3). "Jesús instituyó esta nueva alianza" (LG 9).

Dt 7, 8

218 A lo largo de su historia, Israel pudo descubrir que Dios sólo tenía una razón para revelársele y escogerlo entre todos los pueblos como pueblo suyo: su amor gratuito (cf. Dt 4,37; 7,8; 10,15). E Israel comprendió, gracias a sus profetas, que también por amor Dios no cesó de salvarlo (cf. Is 43,1-7) y de perdonarle su infidelidad y sus pecados (cf. Os 2).

Dt 7, 9

215 "Es verdad el principio de tu palabra, por siempre, todos tus justos juicios" (Sal 119,160). "Ahora, mi Señor Dios, tú eres Dios, tus palabras son verdad" (2 S 7,28); por eso las promesas de Dios se realizan siempre (cf. Dt 7,9). Dios es la Verdad misma, sus palabras no pueden engañar. Por ello el hombre se puede entregar con toda confianza a la verdad y a la fidelidad de la palabra de Dios en todas las cosas. El comienzo del pecado y de la caída del hombre fue una mentira del tentador que indujo a dudar de la palabra de Dios, de su benevolencia y de su fidelidad.

(Todas las citas están tomadas del Catecismo de la Iglesia Católica disponible en línea en el sitio web del Vaticano. https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html)

COMENTARIOS ADICIONALES


Salmo 92

"Como el salmo anterior, éste también presenta la suerte del hombre que mora en el Templo (cfr Sal 91,1; 92,14); ha visto las hazañas del Señor (Sal 92,5; cfr Sal 91,15): ha recibido fuerza frente a los adversarios (Sal 92,11-12; cfr Sal 91,8) y, aún en la vejez, podrá anunciar la salvación de Dios (Sal 91,16; 92,15-16).

La oración se introduce manifestando al Señor el gozo de darle gracias y alabarle (vv. 2-4), porque sus obras son magníficas (vv. 5-6). Después se señala que los necios no las comprenden y que los impíos perecerán (vv. 7-10), mientras que el salmista prevalecerá sobre ellos (vv. 11-12). Concluye exponiendo la suerte del justo que en la vejez alabará al Señor (vv. 13-16).

“el cristiano es invitado a dar gracias a Dios por la grandeza y profundidad de sus designios que ha manifestado en Jesucristo (v. 6; cfr Rm 11,33). En Cristo recibe el hombre la fuerza para vencer a todos sus enemigos (vv. 11-12), pues «todo lo puedo en aquel que me conforta», dirá San Pablo (Flp 4,13); unido a Cristo, puede producir frutos que llevan a la vida eterna (cfr Jn 4,14). La liturgia cristiana, como originariamente la hebrea, ha cantado este salmo en la mañana del sábado especialmente por lo que se indica en los vv. 2-4. Con estas palabras la Iglesia, que tiene como misión proclamar en la tierra la gloria del Señor, celebra las grandes obras de Dios: la creación, la redención y la santificación.”


(Comentario tomado de la Sagrada Biblia Universidad de Navarra, Edición Latinoamericana, versión electrónica).