Día 125: Alianza de Dios con David
Evento clave 38: El Arca es llevada a Jerusalén (2 Samuel 6)
El Arca de la Alianza es el objeto más santo de todo Israel. Cuando David lleva el Arca de la Alianza a Jerusalén, baila delante de ella con gozo. David también actúa como sacerdote, vistiendo un efod de lino, ofreciendo sacrificios y bendiciendo al pueblo. Lucas mostrará sutiles paralelismos entre el Arca y la Santísima Virgen, la Nueva Arca de la Alianza, cuando María visita a Isabel en las afueras de Jerusalén (Lc 1:39-56).
Evento clave 39: Alianza con David (2 Samuel 7:1-29)
Cuando David se convierte en rey, conquista Jerusalén, convirtiéndola en su capital. Ahí tiene intención de construir un templo para el Señor. En respuesta Dios hace una alianza con David, prometiéndole una dinastía que no tendrá fin, pero reserva la construcción del Templo al hijo de David, Salomón.
INTRODUCCIÓN
Se está consolidando el reino de Israel, pero como en cualquiera de las actividades humanas que requiere poder, hay mucha intriga. Estamos en la transición del reinado de Saúl, primer rey de Israel, a David quien lo va a suceder en el trono.
Hemos visto la muerte de Saúl, estos relatos que se han dado y parecen contradictorios porque en unos libros nos hablan de que David estaba en algún lugar, mientras Saúl daba la batalla y al verse perdido se lanzó sobre su espada, sobre la espada de su escudero. En otros lados veremos que hay un hombre que corre y llega a David diciéndole: “Mira, te traigo la corona y el brazalete del rey porque yo acabé con su vida”. Y en ambas ocasiones el rey David no puede empatizar con estas situaciones.
Tenemos que mirar que hay errores, tanto en el aspecto personal y familiar que conducen a estos problemas que se dan con Saúl. Hay egoísmo, hay agresividad entre los miembros de su familia. Creció la desconfianza, hubo muchos problemas y hoy vamos a ver que David ya va a tomar el poder. Será declarado el rey de Israel. Él vendrá a buscar el Arca de la Alianza y Dios lo va a bendecir aún más y más. David trae el arca a Sion, la esposa de David, Mical, lo desprecia y en consecuencia no tendrá hijos en toda su vida.
Vemos momentos difíciles para David, pero a la vez momentos de mucha gloria para él. Y entrará un nuevo profeta, Natán con quien David empezará a descubrir cuál es la voluntad de Yahvé para su vida. Momentos de gran alegría para el pueblo, pero también momentos de mucha confusión.
PUNTOS CLAVES
Llegamos al momento en que David ha recibido muchas bendiciones. Que él ha querido llevar el Arca a Jerusalén. Y, bueno, hay complicaciones. Hay un hombre que toca el Arca y pierde la vida. Y David se da cuenta de que el Arca es la presencia de Dios mismo. Y empieza a darse cuenta de que hay bendiciones para otros y no para él. Así que dice: “No, no, no, no más, hay que llevarla a Jerusalén, le construiré un lugar, le haré un templo”. Pero, Dios dice: “No, en vez de darme una casa a mí, yo te la daré a ti” y es cuando viene el famoso pacto de Dios con David y palabras del profeta Natán.
Dios anhela construir contigo este nuevo modo de vivir, quiere construir un verdadero pueblo, pero sabe que tal vez tú o tus descendientes pueden fallar. Así que, él estará con ustedes para corregirlos siempre. Qué hermoso es esto, que, aunque David quiere construir un templo el Señor dice: “No, no te preocupes, que yo nunca he necesitado un lugar para vivir porque yo estaba entre ustedes siempre”.
Cuando dos o tres nos reunimos en el nombre de Jesús, él está ahí con nosotros. Nos acompaña. No nos abandona.
Qué hermoso es descubrir que Dios ha estado con nosotros desde nuestros antepasados, hasta nuestras futuras generaciones. Que es un Dios fiel que no nos abandona. Es un Dios que nos está acompañando también a través de su Espíritu Santo, es el Dios de la paz, es el Dios que nos llama a ti, a mí a la santidad, a unir nuestro cuerpo y nuestra alma en alabanza y gloria hacia Él.
Hoy algunas mujeres disfrutaban de ver al rey danzar, alabar y glorificar al Señor, y otra estaba en muy mal genio, su esposa, Mical. Qué lindo que tú y yo, hombres y mujeres no sintiéramos miedo de alabar, de bendecir, de cantar delante del Señor, que le demos a Él toda la gloria, que le demos a Él toda la alabanza, que no tengamos nunca temor de mostrarle al mundo lo hermoso, lo grande que es el Señor.
Cuando le damos la alabanza es Él el que construye en nosotros una vida nueva, una vida de santidad, es él quien va iluminando nuestras vidas, nuestro caminar. ¡Qué lindo es Yahvé Sebaot! ¡Qué lindo es el Señor Jesucristo! ¡Qué lindo es el Espíritu Santo! Que cuando nosotros los alabamos no lo estamos haciendo más grande sino todo lo contrario Él nos está engrandeciendo a nosotros, nos está bendiciendo, nos está llenando de cosas tan hermosas.
ORACIÓN FINAL
Que esta historia de este pueblo no pase inadvertida, y que recordemos que Dios está construyendo en tu vida y en mi vida todos los días. Así que ábrete y dile: “Señor, hoy abro mi corazón, abro mi mente, abro mi vida, abro mi familia, mi trabajo, mi ciudad, mi país, esta humanidad, para que construyas en ella ese reinado, el reino de amor, de justicia, de paz que has venido a traer sobre el linaje de David y que ahora lo vemos en la persona de Jesucristo y que lo queremos para cada una de nuestras vidas”.
Por favor oren por mí, para que recupere mi voz próximamente, para que siga siendo fiel a este trabajo, a este ministerio que se me ha confiado, para que pueda vivir con fe lo que leo, lo que explico, para que pueda enseñar lo que creo y pueda cumplir lo que he enseñado. Y que la bendición de Dios Todopoderoso que es Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y los acompañe siempre. ¡Qué Dios los bendiga!
COMENTARIOS ADICIONALES
2 Samuel 6
Este relato reanuda la historia del arca donde se había interrumpido (1S 7,1), pero es de otra mano. -Jerusalén, al recibir el arca en que Yahvé se hace presente, Ex 25,8+; Dt 4,7+, se convierte en la capital no sólo política, sino también religiosa, de Israel, es decir, en la Ciudad Santa.
V.2 Antiguo nombre de Quiriat Yearín, Jos 15,9, ver Jos 15,60; Jos 18,14.
V.4 El hebreo repite el comienzo de 2S 6,3 : «una carreta nueva... loma».
V.5 Sentido incierto. Podría también entenderse: «al son de todos los instrumentos de madera de ciprés, cítaras...».
V.7 El arca era terrible para los enemigos de Israel, 1 S 5, o para los que la despreciaban, 1S 6,19. Pero aquí hay algo más: la santidad del arca, sobre la que tiene su trono Yahvé, la hace intangible. Esta concepción primitiva de lo sagrado, ver Lv 17+, revela un profundo sentido de la temible majestad de Yahvé, ver Ex 33,20+. La ley sacerdotal codifica este sentimiento: los propios levitas no pueden aproximarse al arca, sin peligro de muerte, antes de que los sacerdotes la hayan cubierto, Nm 4,5, Nm 4,15, Nm 4,20. No la tocan, sino que la transportan por medio de varales, Ex 25,15.
V.8 Es decir, «la brecha de Uzá», ver 2S 5,20. Explicación popular del nombre: «Yahvé se ha lanzado (ha abierto brecha) sobre Uzá».
V.14 David, que acaba de sacrificar y que va a bendecir, 2S 6,18, lleva vestidura sacerdotal, pero ver 1S 2,18.
V.19 Traducción conjetural.
V.20 Vestido sólo con un paño, David deja ver su desnudez, ver Ex 20,26 y Ex 28,42-43.
V.22 Todo el relato trata de mostrar la sencillez y la profundidad de la religiosidad de David.
2 Samuel 7
La profecía es elaborada a base de una contraposición: no será David quien edifique una casa (un templo) a Yahvé, 2S 7,5, sino que será Yahvé quien levante una casa (una dinastía) a David, 2S 7,11. La promesa concierne esencialmente a la permanencia del linaje davídico sobre el trono de Israel, 2S 7,12-16. Así lo entienden David, 2S 7,19, 2S 7,25, 2S 7,27, 2S 7,29, ver 2S 23,5, y Sal 89,30-38 ; Sal 132,11-12. Es el texto de la alianza de Yahvé con David y su dinastía. Así, pues, el oráculo rebasa la persona del primer sucesor de David, Salomón, a quien se le aplica por medio de la adición de 2S 7,13, por 1Cro 17,11-14; 1Cro 22,10; 1Cro 28,6 y por 1R 5,19 ; 1R 8,16-19. Pero el claroscuro de la profecía deja entrever un descendiente privilegiado en quien Yahvé se complacerá. Es el primer eslabón de las profecías sobre el Mesías, hijo de David, Is 7,14+; Mi 4,14+ ; Ag 2,23+, y Hch 2,30 aplicará el texto a Cristo.
V.7 (a) Hebr. «tribus». Se podría también entender la palabra como «cetros» y ver en ella una referencia a los jefes.
V.7 (b) Se ha querido ver en 2S 7,6-7 la primera expresión de una corriente hostil al templo, que efectivamente se expresa en 1R 8,27; Is 66,1-2; Hch 7,48. De hecho, Natán está a favor del mantenimiento de la antigua tradición representada por el arca, y contra la novedad de un templo al modo cananeo. El problema quedará resuelto con la colocación del arca en el templo construido por Salomón, 1R 8,1, 1R 8,10-12.
V.13 Este v., que evidentemente se refiere a Salomón, es considerado a menudo una adición, ya que la promesa divina contempla sobre todo a la descendencia.
V.14 Se trata de una fórmula de adopción, como en Sal 2,7; Sal 110,3 (griego), pero también es la primera expresión del mesianismo real: cada rey de la dinastía davídica será una imagen (imperfecta, ver el final del v. y Sal 89,31-34 ) del rey ideal del futuro. Al aplicarla al Mesías, 1Cro 17,13 ha suprimido la segunda parte del v.
V.18 (a) Es una oración de alabanza y de acción de gracias en respuesta a la promesa de 2S 7,8-15.
V.18 (b) En la tienda donde se hallaba el arca.
V.19 Se trata sin duda de la ley divina que fija el destino de cada persona, especialmente el de David y sus descendientes.
V.21 Todo el v. es dudoso.
(Comentarios tomados del website https://www.eltestigofiel.org. Accesado el 15 de mayo de 2022)