Día 97: Iniquidad de los hijos de Elí

INTRODUCCIÓN

Seguimos en este quinto período y hay cosas interesantes, que hemos leído y que leeremos. Estamos —con este programa y el próximo— a punto de terminar la quinta parte de nuestro estudio. Y nos venimos a dar cuenta de que en este libro de Samuel hay muchos intereses. Y lo que más interesa ahora es cómo se va a dar el trabajo de un rey, para que Israel se convierta en monarquía.

Así que, nos dimos cuenta de que terminábamos con el libro de Josué, con las doce tribus que están tratando de organizarse, cuáles son sus principios éticos, cuáles son las metas que hay. Pero también están empezando a buscar cuál es el liderazgo que Dios quiere y establece para ellos pues, vimos que con jueces nada se pudo hacer. Así que, con estos libros tenemos que descubrir que Dios sigue siendo fiel a las naciones y cuando la nación es fiel a Dios, hay prosperidad económica, social y hasta militar. Ahora van a empezar a buscar un rey que sea fiel.

Este primer libro nos ha narrado esta transición de una coalición que tenían las tribus a lo que vamos a llamar un “gobierno monarca,” donde hay un rey, donde se va a centrar el gobierno en Jerusalén. Y vimos que la historia comenzaba con el nacimiento y el llamado del profeta Samuel, y así se continuará con el llamado a Saúl y después a David, quienes van a ejercer sus reinados. Estamos viendo la formación y la centralización de este poder, también la formación y la centralización de lo que va a ser la adoración de Yahvé. Cuál va a ser el orden social, militar y político, pero también debemos darnos cuenta de que terminamos el libro los Jueces y empezamos este libro diciendo que Israel no tenía un líder y que estaban lejos de Dios.

Lo más cercano que tenía en ese momento a la unidad era el sacerdote Elí quien con sus hijos está administrando el templo. Parece que la prosperidad económica, militar y política de Israel se ha venido al suelo porque no están siendo fieles con Dios. Y ellos sin embargo siguen trayendo sus ofrendas al templo y esta interacción con los sacerdotes no está sirviendo de mucho porque, parece que los hijos de Elí son indignos. Parece que Dios no está muy contento con ellos. Parece que son también un poco fiables como líderes humanos y no están honrando a Dios en su corazón. Los que han venido a adorar a Dios encuentran que tal vez ellos no deberían dirigirlos. Parece que se están aprovechando de las personas.

Podemos observar que la autoridad que es heredad es peligrosa en sí misma, lo cual es preocupante para una nación que está cerca de convertirse en una monarquía. Por eso, no hay garantía de que los descendientes de este líder vayan a ser completamente fieles. Y lo otro es que el poder puede corromper por sí mismo y es lo que ha pasado aquí que Elí y termina complaciendo a sus hijos antes que velar por el bien del prójimo.

Vamos a leer hoy el Primer Libro de Samuel, capítulos 3 al 5 y el Salmo 150. Este es el día 97. Empecemos.

ORACIÓN INICIAL

Padre de amor y misericordia, Tú que haces elocuente la lengua de los niños, educa también la mía e infunde en mis labios la gracia de Tu bendición, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y a ti te invito para que pidas al Espíritu Santo que abra nuestra mente y nuestro corazón, para que podamos gozarnos de esta palabra que nos regala hoy el Señor.


PUNTOS CLAVES


  • Estamos viendo todo lo que está pasando en este libro de Samuel y es increíble. Hemos observado cómo la autoridad heredada es peligrosa en sí misma. Lo cual debe preocupar a cualquier persona, especialmente cuando esto se va a convertir una monarquía. Esto porque nos damos cuenta de que cuando se hereda la autoridad, no hay garantía de que los descendientes del líder vayan a ser tan buenos, tan competentes, tan fieles, tan capaces como él. También —hay otro peligro— que es que cuando se hereda el poder, se puede corromper por sí mismo y es lo que pasó con los hijos de Eli, quienes caen hoy en combate.


  • Hay que mirar que la triste historia del poder heredado en muchos lugares, en muchos gobiernos, en muchos pueblos no está muy bien. Por eso debemos nosotros desarrollar habilidades, autodisciplina y tal vez una actitud de servicio, lo cual se requiere para ser un buen líder. Si tú no tienes disciplina, si tú no tienes una habilidad, y si no tienes una actitud de servicio ¿Cómo puedes servir?


  • Y esto es lo que está pasando con estos hombres desde el día de ayer, que nos dimos cuenta de que están aprovechándose de cada uno de los que vienen a hacer su ofrenda. Pero hoy caen en combate. Y el pueblo que da una batalla sin que Dios los haya enviado. Sin que Dios los esté guiando y que aún deciden sacar El Arca para darse poder a sí mismos. Nunca se imaginaron que iban a perder la batalla. No solo han perdido la batalla, sino que han perdido el Arca misma. ¿Cuándo se imaginó el pueblo que iban a perder El Arca? Hoy sí que ha sido un golpe bastante duro para la casa Israel. No obstante, el Señor sigue manifestándose.


  • Hoy los filisteos conocen que Dios es un dios verdadero. El dios de ellos termina a los pies de Yahvé en varias oportunidades y empiezan a rotarse el arca porque todos tienen miedo no saben que van a hacer. No saben que pueda pasarle a cada uno de ellos. Así que mejor lo van soltando y empieza el miedo a correr por todos lados. A los filisteos no les ha ido nada bien con El Arca de los israelitas. Está se está convirtiendo en una propiedad que ofrece peligro para todos. Está sacando enfermedades y ya tienen miedo los filisteos de lo que va a pasar después. Lo único que le queda es al pueblo retornar al Señor, escuchar su llamado y esperar qué va a pasar.

  • Y es los que vamos a ver en estos próximos capítulos. Como Samuel va a llamar a Israel para que se comprometa con Yahvé. Para que escuchen su voz. Vamos a ver como Samuel se empieza a mostrar cómo ese el líder que Dios quiere. Va a tener un rol como sacerdote, como juez, tal vez también podríamos decir como un gobernador militar. Vamos a ver cómo empieza a liderar a este pueblo contra los filisteos.


  • Vamos a pedirle al Señor hoy que también nos ayude a nosotros en nuestros trabajos. Que nos de habilidades, que podamos ser confiables en cada una de las cosas que hacemos. Porque tú y yo debemos dejarnos guiar por las enseñanzas de Dios; para que nuestra labor, para que nuestro trabajo, sobrepasen cualquier descripción que nos hayan podido hacer. Que seamos siempre mejores de lo que la gente espera de nosotros. Que vamos a enfrentarnos más y más a cualquier responsabilidad y decir que este es nuestro trabajo, que estamos listos para cualquier necesidad que se ponga frente a nosotros. Pidamos al Señor que nos de la capacidad de atender y de intervenir en cualquier trabajo que sea necesario para el bien de la comunidad y que lo podamos resolver. Pero que no lo hagamos por nuestra propia fuerza, sino porque Dios aumenta nuestra autoridad, nuestra efectividad. No porque somos muy capaces, sino porque nos dejamos guiar por El.


  • Vamos a pedirle hoy eso al Señor. Que nos haga humildes, tal vez como Ana. Ya vimos como esta mujer humildemente se regocija en el Señor, quien le ha dado este hijo. Y esa mujer ahora clama victoria de los que se burlaban por ella ser estéril. Ella se alegra porque ha experimentado una liberación, que Dios ha dado a su vientre.


  • Tal vez, muchas veces nosotros olvidamos que Dios está siempre en nuestro pasado en, nuestro presente y nuestro futuro para salvarnos. Hoy Dios nos llama también a que evitemos la contaminación del pecado, que no pensemos que Dios es un dios de bolsillo como estos hombres que fueron a sacarlo del Arca para que diera la pelea, cuando no es el hombre el que le tiene que decir Dios lo que debe hacer, si no es el hombre el que debe escuchar lo que Dios pide que cada uno de nosotros haga.


  • Hoy los hijos de Elí parece que llegan a un final. Son juzgados. Tal vez no habíamos visto su inmoralidad y llega aquí a su fin. Las acciones de los hijos de Elí eran de escándalo público en Israel y todo lo que Elí hizo fue darles un pequeño reproche. Se le olvidó corregirlos. ¿Estás tú corrigiendo a tus hijos? ¿Les estás mostrando qué acciones están en contra de Dios? ¿Qué acciones de ellos están causando escándalo? ¿Será que tú los incita a pecar? ¿o los estás incitando a que sigan la ley de Dios? Tal vez, hoy debemos remediar la situación de cómo estamos educando también a nuestros hijos a nuestra familia. Tal vez, tenemos que mirar que muchas veces le mostramos a nuestros hijos, a nuestra familia, un Dios que solo está para ayudarnos y no un Dios que nos habla y nos guía en el camino.


  • Hoy hemos visto este triste ejemplo de Elí y de sus hijos que han deshonrado el santuario de Dios. Que se han dedicado a la maldad, que se han dedicado a usar al pueblo. En contraste, vamos a tener más adelante a Jesús, el Sumo y Eterno Sacerdote, quien vino a apartarnos del mal camino, quien vino a apartarnos del pecado. Digámosle a Jesús que le ofrecemos para siempre en nuestras vidas, que queremos oír su voz, que queremos ir por el camino recto, que queremos dar la batalla, pero sólo con Él porque con Él siempre hay victoria. Pero que nuestra batalla no sea de armas y de sangre, sino que sea una batalla de paz, de amor y reconciliación para hacer de este un mundo mejor.



ORACIÓN FINAL


Antes de irme y de seguir luchando contra lo que no nos favorece, no nos olvidemos que la mejor arma de batalla que tenemos es la oración. Por eso por favor oren por mí, para que sea fiel a este ministerio que se me ha confiado, para que pueda vivir con fe lo que leo y lo que comparto con ustedes. Para que pueda compartir y enseñar siempre la verdad y para que pueda cumplir lo que ha enseñado. Y que la bendición de Dios Todopoderoso que es Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y los acompañen siempre. ¡Que Dios los bendiga!


PARA MEDITAR

  • Las lecturas hoy nos enseñan que el liderazgo debe ser un servicio a la familia, a la comunidad y a la sociedad en general. Estar en una posición de responsabilidad no debe tomarse como una oportunidad para usar y abusar a las personas bajo nuestro liderazgo. Si tú estás en una posición de liderazgo en tu familia, en tu parroquia, en tu comunidad, en el trabajo ¿Cómo te interpelan personalmente las reflexiones de Fray Sergio basadas en las lecturas de hoy?

  • En tu familia ¿Estás tú corrigiendo a tus hijos? ¿Les estás mostrando qué acciones están en contra de Dios? ¿Qué acciones de ellos están causando escándalo? ¿Será que tú los incita a pecar? ¿o los estás incitando a que sigan la ley de Dios?


CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

1 S 3, 9-10

2578 La oración del pueblo de Dios se desarrolla a la sombra de la morada de Dios, el Arca de la Alianza y más tarde el Templo. Los guías del pueblo —pastores y profetas— son los primeros que le enseñan a orar. El niño Samuel aprendió de su madre Ana cómo “estar ante el Señor” (cf. 1 S 1, 9-18) y del sacerdote Elí cómo escuchar su Palabra: “Habla, Señor, que tu siervo escucha” (cf. 1 S 3, 9-10). Más tarde, también él conocerá el precio y el peso de la intercesión: “Por mi parte, lejos de mí pecar contra el Señor dejando de suplicar por vosotros y de enseñaros el camino bueno y recto” (1 S 12, 23).


Deberes de los padres

2223 Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos. Testimonian esta responsabilidad ante todo por la creación de un hogar, donde la ternura, el perdón, el respeto, la fidelidad y el servicio desinteresado son norma. La familia es un lugar apropiado para la educación de las virtudes. Esta requiere el aprendizaje de la abnegación, de un sano juicio, del dominio de sí, condiciones de toda libertad verdadera. Los padres han de enseñar a los hijos a subordinar las dimensiones “materiales e instintivas a las interiores y espirituales” (CA 36). Es una grave responsabilidad para los padres dar buenos ejemplos a sus hijos. Sabiendo reconocer ante sus hijos sus propios defectos, se hacen más aptos para guiarlos y corregirlos:


«El que ama a su hijo, le corrige sin cesar [...] el que enseña a su hijo, sacará provecho de él» (Si 30, 1-2). «Padres, no exasperéis a vuestros hijos, sino formadlos más bien mediante la instrucción y la corrección según el Señor» (Ef 6, 4).


2224 La familia constituye un medio natural para la iniciación del ser humano en la solidaridad y en las responsabilidades comunitarias. Los padres deben enseñar a los hijos a guardarse de los riesgos y las degradaciones que amenazan a las sociedades humanas.


2225 Por la gracia del sacramento del matrimonio, los padres han recibido la responsabilidad y el privilegio de evangelizar a sus hijos. Desde su primera edad, deberán iniciarlos en los misterios de la fe, de los que ellos son para sus hijos los “primeros [...] heraldos de la fe” (LG 11). Desde su más tierna infancia, deben asociarlos a la vida de la Iglesia. La forma de vida en la familia puede alimentar las disposiciones afectivas que, durante toda la vida, serán auténticos cimientos y apoyos de una fe viva.


2226 La educación en la fe por los padres debe comenzar desde la más tierna infancia. Esta educación se hace ya cuando los miembros de la familia se ayudan a crecer en la fe mediante el testimonio de una vida cristiana de acuerdo con el Evangelio. La catequesis familiar precede, acompaña y enriquece las otras formas de enseñanza de la fe. Los padres tienen la misión de enseñar a sus hijos a orar y a descubrir su vocación de hijos de Dios (cf LG 11). La parroquia es la comunidad eucarística y el corazón de la vida litúrgica de las familias cristianas; es un lugar privilegiado para la catequesis de los niños y de los padres.

(Todas las citas están tomadas del Catecismo de la Iglesia Católica disponible en línea en el sitio web del Vaticano. https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html)


COMENTARIOS ADICIONALES

Extractos del documento "LA VOCACIÓN DEL LÍDER EMPRESARIAL - Una Reflexión"

"Los líderes empresariales pueden poner en práctica sus aspiraciones cuando persiguen su vocación, y están más motivados por ella que por el éxito económico. Cuando integran los dones de la vida espiritual, las virtudes y los principios ético-sociales, en su vida y en su trabajo pueden superar la vida dividida, y recibir la gracia para fomentar el desarrollo integral de todos los grupos interesados en la empresa. La Iglesia llama a los líderes empresariales a recibir – reconociendo humildemente lo que Dios ha hecho por ellos – y a dar – entrando en comunión con otras personas para hacer del mundo un lugar mejor. La sabiduría práctica informa el modo de entender la empresa y refuerza al líder empresarial para responder a los desafíos del mundo, no con miedo o cinismo, sino con virtudes, con fe, esperanza y amor. Este documento pretende alentar e inspirar a los líderes y a otros grupos interesados en la empresa para ver los desafíos y las oportunidades que ofrece su trabajo; juzgarlos de acuerdo los principios ético-sociales, para los cristianos iluminados por el Evangelio; y actuar como líderes que sirven a Dios.

61. Los líderes empresariales cristianos son hombres y mujeres de acción que han demostrado un espíritu emprendedor auténtico, y reconocen la responsabilidad guiada por Dios de aceptar con generosidad y fe la vocación empresarial. La motivación de estos líderes supera en mucho a la de quienes se mueven por el éxito financiero, el egoísmo ilustrado, o los contratos sociales abstractos dictados por la literatura económica y los manuales de dirección de empresas. La fe permite que los líderes empresariales cristianos vean un mundo más amplio, un mundo donde Dios está trabajando, y donde los intereses y deseos individuales no son el único motor.

62. Los líderes empresariales reciben apoyo y están guiados por la Iglesia, y también por las organizaciones empresariales cristianas, para poner en práctica el Evangelio en el mundo. Sin estos profesionales y las organizaciones que los apoyan, la tradición social católica se convertiría en palabras inanimadas, más que en una realidad viva. Pues como dice San Santiago, la fe sin obras está muerta (St 2, 17).

63. Desafortunadamente, hay personas de fe dentro del mundo de la empresa que no han logrado convertirse en testimonios y que no actúan inspirados por su fe y sus convicciones morales. Hemos sido testigos de muchos escándalos que involucraron líderes que han abusado de sus posiciones de autoridad y liderazgo. Sucumbieron a los pecados de orgullo, codicia, concupiscencia, y otros vicios mortales. No se trata únicamente de estos grandes casos, especialmente dolorosos, de los que fuimos testigos. Sino que también es trágico que haya cristianos que, aunque no cometan actividades ilegales o escandalosas, se hayan acostumbrado al mundo, viviendo como si Dios no existiera. Ellos no sólo viven en el mundo, sino que se han convertido en mundanos. Cuando los líderes empresariales cristianos no han vivido el Evangelio en sus organizaciones, sus vidas “han velado más bien que revelado el genuino rostro de Dios y de la religión.”

64. La fe tiene implicaciones sociales, no es sólo una realidad privada. La doctrina social de la Iglesia “forma parte esencial del mensaje cristiano, ya que esta doctrina expone sus consecuencias directas en la vida de la sociedad y encuadra incluso el trabajo cotidiano y las luchas por la justicia en el testimonio a Cristo Salvador.”. Los principios sociales de la Iglesia reclaman que los líderes empresariales actúen, ya que por el desafío del entorno actual, la forma en que actúan es más importante que nunca."”

(Tomado del sitio web del Pontificio Consejo "Justicia y Paz". Accesado el día 8 de abril de 2022. http://www.iustitiaetpax.va/content/dam/giustiziaepace/VBL/Vocacion%20esp_VBL.pdf)