Día 26: Últimas palabras y muerte de Israel
INTRODUCCIÓN
Hoy terminamos el período de los patriarcas, de igual manera el libro del Génesis y de Job. Vamos a ver la profecía de Jacob acerca de sus hijos.
También veremos la muerte de Jacob, cómo se nombran las doce tribus de Israel y los caminos que deben tomar. Jacob muere y tiene que ser enterrado en la cueva de Macpelá, donde fueron enterrados Abrahán y Sara, su mujer, y donde fueron enterrados también Isaac y Rebeca, su mujer. Y donde será enterrada también Lía.
Veremos hoy luto, pues muere Jacob, y José junto con sus hermanos tienen una gran procesión. Van hacia Canaán para enterrar a Jacob. Hay miedo en los hermanos de José, que temen que ahora que su padre está muerto, José cobre venganza sobre ellos. Pero qué lindo ver a José tranquilizándolos. Vamos a leer también como José muere ya a una edad avanzada. Pero sí muere en la tierra de Egipto y promete que su pueblo saldrá de esa tierra por manos de Dios.
ORACIÓN INICIAL
Padre de amor y misericordia, gracias por Tu amor infinito. Tú qué haces elocuente la lengua de los niños, educa también la mía e infunde en mis labios la gracia de Tu bendición, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y a ti te invito para que sigas orando, para que el Espíritu Santo abra nuestras mentes y nuestros corazones; para que podamos gustar de esta palabra de Dios que hay hoy en nuestras vidas.
PUNTOS CLAVES
Hemos llegado al final de lo que son los patriarcas. Muchas lecciones por aprender. Cosas hermosas hemos descubierto, en Abraham, Isaac, Jacob, y en José. Qué hermoso es descubrir esta historia que nos va mostrando las doce tribus. Cómo ahora han encontrado respuesta a su necesidad en Egipto, en un país lejano, han encontrado respuesta en aquel a quienes ellos mismos habían despreciado. También hemos visto como Job, aunque sus amigos no fueron lo mejor para con él, intercede delante Yahvé por ellos y pide clemencia por ellos. Qué hermoso ver el perdón, la reconciliación, y todo estos momentos que hemos compartido en el tiempo de los patriarcas.
Pudimos ver como los hijos de Jacob se acercaron a su lecho de muerte para escuchar este mensaje de despedida. Este anciano patriarca tenía un mensaje para cada uno de ellos. A Dan le muestra que iba a necesitar la salvación del Señor, porque sería una de sus tribus la que realmente tendría esa rebelión como lo veremos más adelante. Está Aser y Neftalí, estarían situados en los lugares fértiles, a la costa norte de Canaán y a Neftalí a que se puede liberar moverse libremente por las montañas. Son cosas muy hermosas y sobre José, pues ¿qué podemos decir? Que aunque había sido llevado de la tierra de Canaán a Egipto, era un hombre que permanecía siempre como testigo de dios en donde estuviese y más adelante serán sus hijos de Efraín y Manasés los que van a ser colocados en ese territorio, que descubriremos que para Cristo es un territorio muy importante, más adelante cuando llegamos al tema de los evangelios. No me quiero adelantar mucho porque hay muchas cosas por descubrir.
Hoy vimos que los egipcios eran considerados siempre expertos en asuntos funerarios. Y embalsaman el cuerpo de Jacob. Parece que fue algo inusual, y Jacob siempre tan respetado y amado en Egipto por ser el padre José. Se demoró bastante tiempo su funeral. Embalsamado por 40 días, es bastante tiempo. ¿Qué podemos entender de esto? Que dios tiene planes de gran alcance. A veces tiene planes que ni tú, ni yo podemos ver. Podemos buscar y decir, Señor queremos encontrar el significado y el sentido de nuestras vidas. Señor, queremos entender cómo ponerle cara a nuestros problemas, Señor, ¿por qué a veces permites que sucedan cosas que no podemos entender?
ORACIÓN FINAL
Padre Misericordioso, hemos visto todos estos casos en la vida de Abraham, de Isaac y de Jacob. Cada uno ellos poseían sus propias historias, pero se complementaban. Que nuestras historias hoy tal vez se vean insertas en la vida de estos padres que nos precedieron en la fe, y que podamos entender. Gracias, Padre Misericordioso, por esta lección gratuita que nos has dado de que la iniciativa siempre viene de Ti, que nosotros debemos acogernos, como se acogió Abrahán a Tu voluntad. Y gracias, Señor, por mostrarnos que sólo Tú puedes declarar justa a una persona, según Tu criterio, según Tus estándares que son divinos.
Te pido Señor que hoy nos ayudes a creer más en Tu promesa, en esa promesa que hiciste a Abrahán de tener un pueblo numeroso, permítenos contarnos como su pueblo, permítenos ser parte de ese pacto y, sobre todo, de la promesa de que podremos disfrutar de Tu presencia en nuestras vidas. Señor, si nos sentimos probados en la fe, permite que Tu amor siempre nos acompañe, que no nos alejemos nunca de Tu divina presencia y que la presencia de Cristo en nuestra vida, su pasión, muerte y resurrección nos ayude a confiar cada día más en Ti.
Padre misericordioso, hemos aprendido el valor de la descendencia, el valor de tener hijos. También hemos aprendido que hay peleas, que ayuda entre hermanos, pero que todos estos conflictos pueden terminar en reconciliación. Así que pidamos hoy que haya reconciliación en nuestras familias, que haya paz, que podamos encontrar que, aunque no somos perfectos, aunque mentimos, aunque a veces tenemos conflictos, aunque seamos dramáticos, aunque hagamos cosas que no son aceptables según la moralidad cristiana moderna, que Tú, Dios Todopoderoso, sigues actuando a través de nuestras acciones y a través de ellas demuestras Tu amor y Tu misericordia.
Así que me despido pidiendo con esta oración que cada uno de ustedes sean heraldos del evangelio, que cada uno de ustedes no se olvide de esta hermosa lección: que tenemos que aprender a perdonar, que tenemos que aprender a vivir con fe, que tenemos que enseñar que Dios ha actuado y que ha cumplido su palabra en nosotros. Así que la bendición de Dios todopoderoso, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y los acompañe siempre.
PARA MEDITAR
Utiliza la oración final de Fray Sergio para iniciar un diálogo con el Señor en oración.
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Gn 49, 24
269 Las sagradas Escrituras confiesan con frecuencia el poder universal de Dios. Es llamado "el Poderoso de Jacob" (Gn 49,24; Is 1,24, etc.), "el Señor de los ejércitos", "el Fuerte, el Valeroso" (Sal 24,8-10). Si Dios es Todopoderoso "en el cielo y en la tierra" (Sal 135,6), es porque Él los ha hecho. Por tanto, nada le es imposible (cf. Jr 32,17; Lc 1,37) y dispone de su obra según su voluntad (cf. Jr 27,5); es el Señor del universo, cuyo orden ha establecido, que le permanece enteramente sometido y disponible; es el Señor de la historia: gobierna los corazones y los acontecimientos según su voluntad (cf. Est 4,17c; Pr 21,1; Tb 13,2): "El actuar con inmenso poder siempre está en tu mano. ¿Quién podrá resistir la fuerza de tu brazo?" (Sb 11,21). "Te compadeces de todos porque lo puedes todo" (Sb 11, 23)
Gn 50, 20
312 Así, con el tiempo, se puede descubrir que Dios, en su providencia todopoderosa, puede sacar un bien de las consecuencias de un mal, incluso moral, causado por sus criaturas: "No fuisteis vosotros, dice José a sus hermanos, los que me enviasteis acá, sino Dios [...] aunque vosotros pensasteis hacerme daño, Dios lo pensó para bien, para hacer sobrevivir [...] un pueblo numeroso" (Gn 45, 8;50, 20; cf. Tb 2, 12-18 vulg.). Del mayor mal moral que ha sido cometido jamás, el rechazo y la muerte del Hijo de Dios, causado por los pecados de todos los hombres, Dios, por la superabundancia de su gracia (cf. Rm 5, 20), sacó el mayor de los bienes: la glorificación de Cristo y nuestra Redención. Sin embargo, no por esto el mal se convierte en un bien.
Job 42, 2
275 Con Job, el justo, confesamos: "Sé que eres todopoderoso: ningún proyecto te es irrealizable" (Job 42,2).
Job 42, 3
299 Porque Dios crea con sabiduría, la creación está ordenada: "Tú todo lo dispusiste con medida, número y peso" (Sb 11,20). Creada en y por el Verbo eterno, "imagen del Dios invisible" (Col 1,15), la creación está destinada, dirigida al hombre, imagen de Dios (cf. Gn 1,26), llamado a una relación personal con Dios. Nuestra inteligencia, participando en la luz del Entendimiento divino, puede entender lo que Dios nos dice por su creación (cf. Sal 19,2-5), ciertamente no sin gran esfuerzo y en un espíritu de humildad y de respeto ante el Creador y su obra (cf. Jb 42,3). Salida de la bondad divina, la creación participa en esa bondad ("Y vio Dios que era bueno [...] muy bueno": Gn 1,4.10.12.18.21.31). Porque la creación es querida por Dios como un don dirigido al hombre, como una herencia que le es destinada y confiada. La Iglesia ha debido, en repetidas ocasiones, defender la bondad de la creación, comprendida la del mundo material (cf. San León Magno, c. Quam laudabiliter, DS, 286; Concilio de Braga I: ibíd., 455-463; Concilio de Letrán IV: ibíd., 800; Concilio de Florencia: ibíd.,1333; Concilio Vaticano I: ibíd., 3002).
COMENTARIOS ADICIONALES
Gn 49, 1-27
"El moribundo Jacob pronunció una serie de oráculos respecto a cada uno de sus hijos, desde los mayores hasta los más pequeños. Rubén, el mayor, no alcanzaría ser la mayor de las tribus debido a su relación amorosa con una de las concubinas de Jacob paréntesis se (cf. Gn 35, 22). Las tribus de Simeón y Leví, el segundo y tercero de los mayores, se dividiría y dispersarían por su espíritu beligerante; sin embargo la tribu de Judá se elevaría por encima. El oráculo también hace alusión a que el Mesías figurará entre los descendientes de Judá". (Comentario Biblia Didajé)
Gn 50, 20
Cómo ocurre a menudo, Dios no sólo puede sacar bien del mal sino que puede incorporar acciones pecaminosas en sus designios providenciales. La referencia es el complot de los hermanos de José por acabar con él: se tradujo en su venida a Egipto y convertirse en el siervo favorito del Faraón. Por su parte, este cambio en su condición permitió a José invitar a su familia y a todos los hebreos a vivir en Egipto durante los años de hambre. Esta situación de esclavitud bajo los egipcios fue el telón de fondo para la espectacular liberación por parte de Dios de los israelitas. (Comentario Biblia Didajé)