Día 121: Guerra entre Judá e Israel
INTRODUCCIÓN
El gran tributo que David le hace a su gran amigo, a Jonatán y es interesante mirar como David tiene un dolor muy profundo por la muerte, no solo de su amigo, sino de Saúl, quien es el ungido.
En el capítulo de hoy la gente empieza a clamar a David como rey, especialmente en el territorio de Judá y vamos a ver cómo Abner, quién ha sido General de Saúl empieza a jugar un papel importante y tantas cosas que van a empezar aquí.
Saúl tenía también otro hijo menor, que quieren que sea el rey de las otras 11 tribus y que David sea el rey de Judá.
Veremos a David cómo se va a enfrentar a Abner y a su ejército, y empiezan los conflictos para que David pueda ser el rey definitivamente de las doce tribus.
Así que, estaremos descubriendo Hebrón, lo que es el Monte Sión, lo que es Jerusalén, lo que David va a amar más que cualquier otra cosa.
David tenía sus esposas, amaba muchísimo más a Jonatán y después sus esposas no fueron lo mejor. Parece que, la misma Mical, que era hermana de Jonatán va a traicionar a David. Abigail, parece que es una de las mejores que va a tener y por ser el ungido, no quiere decir que está fuera de los problemas. Las mujeres que le han prometido amor, no va a tener suerte en el amor David. Qué curioso, gran soldado, ungido por Dios, pero muy malo en el amor.
Así que, hoy vamos a dedicarnos a leer el Segundo libro de Samuel, capítulo 2. El Primer libro de Crónicas, capítulo 2 y el Salmo 24. Este es el día 121.
PUNTOS CLAVES
Estamos en el Segundo libro de Samuel, capítulo 2. Y nos damos cuenta que David sigue siendo el consentido de Dios, que lo guía y es coronado como rey de Judá, una sola tribu.
Abner, General del ejército de Saúl, pues hace las suyas y pone al hijo de Saúl al frente de 11 de estas tribus y como lo decía al principio, esto va a desatar una guerra civil. El problema es que se van a matar entre hermanos,
Saúl está muerto y empieza el problema del poder. ¿Quién se queda con el poder? Así que los de Judá, pues quieren que sea David, pero Abner está enceguecido y dice: «No, tiene que ser el descendiente de Saúl.» Pero tal vez él no sabe que el que manda es Yahvé y Él tiene la última palabra.
Cuando David llegó a Hebrón, llevó también a sus esposas. Y podríamos preguntarnos por qué las lleva, si esto le va a causar a él tantas dificultades, va a tener un montón de problemas por estas mujeres, pero lo interesante es que, aunque tenga problemas con su mujeres, los seguidores de David siempre le van a ser fieles y van a ayudarlo en todo lo que él necesita.
David se pone hoy a disposición de la tribu de Judá, quienes lo ungen y lo coronan como su rey. David parece que es un hombre sabio y agradece a aquellos que se han encargado de sepultar a Saúl, pues a Saúl había gente también que lo quería, qué lo respetaba y es por eso que David les ha agradecido y les muestra que el gesto que ellos han tenido es maravilloso y que por eso ellos se han ganado su respeto y su cariño, porque estos hombres han reconocido la dignidad del ungido de Yahvé.
El mismo David tuvo dos veces la oportunidad de darle muerte a Saúl y no lo hizo, ¿por qué? Porque respetaba al ungido y por eso todo aquel que muestre respeto contra el ungido, se gana el respeto de David. Podemos decir que David, es un hombre maravilloso en muchos aspectos, pero como todos, como tú o como yo, va a tener que enfrentarse al pecado y a sus consecuencias. Y a veces el pecado nos persigue hasta el resto de nuestras vidas y no hay cómo escapar de él.
Hoy hay un reino dividido, que vamos a ver cómo se junta, pero sin lugar a dudas la violencia no da respuesta a estos problemas y ellos mismos reconocen porque nos estamos matando entre hermanos, esto debe parar. Como quisiéramos que las guerras internas en nuestros países, parara la violencia. En muchas de nuestras patrias nos perseguimos entre nosotros mismos las guerrillas, las maras, la delincuencia, nos estamos matando entre nosotros mismos. Cuánto nos diéramos para que nos reconociéramos como hermanos y pusiera fin a la guerra, que pudiéramos tratarnos en el mundo entero como hermanos.
La muerte de Saúl parece que ha provocado este pequeño problema de poder, y nada diferente a hoy. Estamos en las luchas de poder, por eso hay tanta muerte. El poder, el tener, el querer controla nuestras vidas.
Pidamos por paz que no haya tanta división en el mundo, que no haya división en este reino que Dios ha querido instaurar entre nosotros. Permitamos que la autoridad de Dios se manifieste y que ojalá que los nombres de todos nosotros queden escritos para siempre. Así como lo vimos el libro de las Crónicas y que digan, de esta familia y de esta otra y de esta otra, salieron bendiciones para Dios. Y no que digan de esta familia, de esta mi familia y esta otra, hay tantos y tantos muertos por la violencia, no. Que sea todo lo contrario, que nuestros nombres sean escritos para recordarnos por las buenas obras que hemos hecho, porque hemos sido fieles al Señor.
ORACIÓN FINAL
Por eso siempre les pido que por favor oren por mí, para que sea fiel a este trabajo, a este ministerio que se me ha confiado. Para que pueda vivir con fe lo que leo, lo que comparto. Para que pueda enseñar lo que comparto con cada uno de ustedes y que pueda cumplir lo que he enseñado. Y que la bendición de Dios Todopoderoso, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y los acompañen siempre. ¡Qué Dios los bendiga!
COMENTARIOS ADICIONALES
Salmo 24
VV. 1-2: El comienzo es de himno sin introducción, y enuncia el poder universal de Dios. Las aguas son un elemento inestable, Dios ha afirmado sobre ellas la tierra.
VV. 3-5: Al llegar a la puerta, pregunta la procesión las condiciones para entrar en el templo. Responde un sacerdote resumiendo en dos condiciones positivas y dos negativas la preparación moral para la acción cúltica.
V. 6: Dirigida en segunda persona a Dios, equivale a una presentación del grupo de los fieles: realmente vienen buscando a Dios, en el templo, su presencia y su compañía; no es una procesión formalista.
V. 7: La procesión grita: las puertas del templo simbolizan las puertas celestes y eternas. El Rey de la Gloria es el Señor con su majestad; probablemente se trata del arca donde reside, invisible, la majestad de Dios.
V. 8: A la pregunta de los guardianes responde la procesión recordando los títulos guerreros del Señor: el arca era el paladín de los israelitas hasta el tiempo de David.
V. 9: En esta entrada puede resonar la memoria de la primera entrada del arca en el primer santuario de Sión, como la narra el libro de Samuel (2 Sam 6).
[Luis Alonso Schökel]
(Tomado del website https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=sl_16940. Accesado el 13 de mayo de 2022)