Día 72: Balaán bendice a Israel

INTRODUCCIÓN

Continuamos con nuestro libro de Números, Deuteronomio y los Salmos. Y hoy leeremos dos capítulos de los Números; algo muy interesante. Estaremos en el capítulo 24 y 25 porque venimos escuchando los oráculos de Balaán (o profecías) y es muy curioso. Algo que me llamó mucho la atención —y no me deja sorprender— es como Dios decide cómo y con quién habla y cuando habla y cómo quiere hacer las cosas.


Balaán es similar a Moisés porque los dos siempre quieren dejar que sea Yahvé el que los guíe. Y pues, si, los dos fracasan y se equivocan y tienen cosas, pero dicen: “Bueno vamos a ver. Que el Señor sea el que nos guíe”. Y lo más importante es que quieren cumplir el plan de Dios. Y ellos quieren ayudar a que Israel llegue a la Tierra Prometida. Balaán, también es un poquito distinto a Moisés y a muchos otros héroes —por supuesto, porque Dios nos ha creado únicos irrepetibles— pues él no es israelita y ¿qué es lo principal que va a lograr hacer él hoy con las otras dos profecías que nos hacen falta? Podríamos pensar que el Señor solo colocaba profetas para salvar a Israel, pero no es a Israel al que va a salvar, esta vez es a Balac. Va a evitar que se destruya Moab. Porque querían atacar a Israel. Pues, no se va a destruir a Israel porque Yahvé los protege. Así que los israelitas deben estar sorprendidos porque Yahvé evita que Moab sea destruida.


Pidamos hoy al Señor que Él sea nuestra guía. Que en todos los momentos decisivos Él sea el que nos guíe, porque a Balaán le habló a través de un a través de un animal. Y Dios viene a través de cualquier medio que él lo desee, puede ser una persona, puede ser un acontecimiento, puede ser un animalito, tu mascota. Dios decide cómo se va a comunicar contigo para dejarte saber su voluntad, pero para eso tú tienes que estar atenta, alerta y dejarte sorprender por Dios.


¿Qué vamos a pensar hoy, que Dios necesitó tal vez de un profeta extranjero? No, él pudo hablar por quien quisiera. Todos podemos escuchar la voz, pero para eso tenemos que ser dóciles, tenemos que pensar y decir: ‘Señor, ¿cuáles son los medios que tú usas?” Y dejar que Él nos toque.


Vamos a hoy a seguir con las dos profecías que nos hacían falta. Ayer leíamos dos y vamos a continuar con algo que pasa peor con el pueblo de Israel. ¡Qué lindo que podamos seguir en este caminar de la Biblia en un Año! Por favor compártelo con tus amigos, con tus conocidos, con toda la familia para que vean lo grande y maravilloso que es el Señor.


Vamos a estar leyendo Números capítulo 24 y 25 Deuteronomio 26 y el Salmo 107. Este es el día 72. ¡Empecemos!


ORACIÓN INICIAL

Padre de amor y misericordia, Tú que haces elocuente la lengua de los niños, educa también la mía e infunde en mis labios la gracia de tu bendición, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y a ti te pido para que hoy juntos le digamos a Dios que nos mande su Santo Espíritu para que éste abra nuestra mente y nuestro corazón y para que nos podamos gozar con la Palabra de Dios en nuestras vidas.


PUNTOS CLAVES

  • Qué lindo salmo el de hoy. Qué bueno sería que le diéramos gracias a Yahvé por su amor, porque todos sus prodigios están en favor de cada uno de nosotros. Deberíamos ofrecerles a diario sacrificios de acción de gracias y pregonar sus obras con gran alegría y contar todo lo que el Señor hace en nuestra existencia, cómo Él va tocándonos, cómo nos va librando de tantas adversidades que hay en estos momentos por todo el mundo. Parece mentira, pero tanta cosa que está pasando y, a veces, no nos damos por bien servidos de parte de Dios.

  • Qué lindo cómo en los Números nos damos cuenta de que con el tiempo la demografía del pueblo que Él iba escogiendo, iba cambiando muchísimo. Por eso, este libro de los Números constantemente nos está hablando de los censos, cómo van contando cuántas personas hay. Pues de esta manera ellos van a poder desarrollar estructuras tanto sociales como económicas y de esta manera va a ser más fácil la llegada a la nación que se les ha prometido.

  • Parece que la economía y el ordenamiento de las leyes del gobierno se debía hacer como por tribus. Lo hemos venido leyendo: hay clanes, hay lugares, cómo se tiene que dividir todo y como todo se va asignando de manera ordenada y como cada familia se extiende y recibe un terreno para sustentarse. Es todo lo contrario a lo que pasaba en Egipto, donde lo pierden todo, donde son esclavos y que más adelante va a pasar también con el Imperio Romano. La tierra ya no les va a pertenecer y mucha gente ya no va a tener ni trabajo. Son esclavizados. Son plebeyos. Cada familia tiene que empezar a producir para poder mantenerse.

  • Qué bueno que pudiéramos nosotros reconocer cuáles son los hombres cabeza de nuestra sociedad, quiénes son todos aquellos que pueden producir y ayudarnos a todos a que haya un bienestar común, un bienestar general; que pudiéramos disfrutarlos y gozarnos en este Dios que lo hace todo por amor y que lo hace todo por nosotros.

  • Los invito a que sigamos mirando este libro de Números que cada día, no sé a ustedes, pero a mí me sorprende más y más y más. Y, digo yo: “Señor, qué grande eres tú, porque muestras esto a nosotros con tanta sencillez, con tanta claridad. ¿Qué hemos hecho para merecer tanta bendición de tu parte, Señor? Eres grande. Eres poderoso y nos muestras que Tú siempre has estado ahí. Y somos nosotros a veces los que te dejamos partir. Señor, que podamos ser equitativos en la manera como nos tratamos los unos a los otros. Que, como hemos leído estos días, que no pongamos más peso y engañemos al otro, que no nos aprovechemos del que nos viene a comprar para enriquecernos cada vez más. No, Señor. No queremos hacer daño a nuestros vecinos. No queremos errar en el mal camino. Queremos siempre estar a Tu servicio. Queremos Señor, honrarte con cada una de nuestras acciones y, sobre todo, no te queremos fallar, porque Tú eres un Dios amoroso y fiel que está siempre con nosotros”.

  • Estas lindas profecías hoy lo único que traen es bendición. Este Dios que tiene que empezar a bendecir a su pueblo porque está a punto de entrar a esa tierra que se le ha prometido. Ya mañana tendremos más censos y de ahí en adelante empezamos a ver algunos sacrificios que hay que hacer, las celebraciones que debemos hacer.

  • Y continúa esta experiencia de la Biblia en un Año, donde podemos descubrir cómo Dios quiere salvarnos. Pero, para eso, tú y yo debemos noblemente abrir nuestro corazón, y dejarnos invadir por esa belleza que tiene Dios al hablarnos por métodos raros, distintos, únicos.


ORACIÓN FINAL

Pidámosle al Señor que nos ayude a estar más atentos a lo que Él tiene por decirnos en este día y por todo lo que nos ha venido diciendo todos estos años. Y que no se te olvide que necesito más que nunca tu oración para que yo pueda ser fiel a este ministerio que se me ha confiado, para que pueda vivir con fe y alegría lo que leo y lo que comparto con ustedes, para que siempre pueda enseñar la verdad y para que yo pueda cumplir también lo que ha enseñado. Y que la bendición de Dios Todopoderoso que es Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti te acompañe siempre ¡Que Dios te bendiga!


PARA MEDITAR

  • Utiliza el Salmo 107 y la oración de alabanza que nos regala Fray Sergio hoy para alabar y agradecer al Señor, porque Él es grande, bueno, amoroso y misericordioso con nosotros.

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA

Nm 24, 17-19 y Nm 24, 17

528 La Epifanía es la manifestación de Jesús como Mesías de Israel, Hijo de Dios y Salvador del mundo. Con el bautismo de Jesús en el Jordán y las bodas de Caná (cf. Solemnidad de la Epifanía del Señor, Antífona del "Magnificat" en II Vísperas, LH), la Epifanía celebra la adoración de Jesús por unos "magos" venidos de Oriente (Mt 2, 1) En estos "magos", representantes de religiones paganas de pueblos vecinos, el Evangelio ve las primicias de las naciones que acogen, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación. La llegada de los magos a Jerusalén para "rendir homenaje al rey de los Judíos" (Mt 2, 2) muestra que buscan en Israel, a la luz mesiánica de la estrella de David (cf. Nm 24, 17; Ap 22, 16) al que será el rey de las naciones (cf. Nm 24, 17-19). Su venida significa que los gentiles no pueden descubrir a Jesús y adorarle como Hijo de Dios y Salvador del mundo sino volviéndose hacia los judíos (cf. Jn 4, 22) y recibiendo de ellos su promesa mesiánica tal como está contenida en el Antiguo Testamento (cf. Mt 2, 4-6). La Epifanía manifiesta que "la multitud de los gentiles entra en la familia de los patriarcas"(San León Magno, Sermones, 23: PL 54, 224B) y adquiere la israelitica dignitas (la dignidad israelítica) (Vigilia pascual, Oración después de la tercera lectura: Misal Romano).


Sal 107, 20

1502 El hombre del Antiguo Testamento vive la enfermedad de cara a Dios. Ante Dios se lamenta por su enfermedad (cf. Sal 38) y de Él, que es el Señor de la vida y de la muerte, implora la curación (cf. Sal 6,3; Is 38). La enfermedad se convierte en camino de conversión (cf. Sal 38,5; 39,9.12) y el perdón de Dios inaugura la curación (cf. Sal 32,5; 107,20; Mc 2,5-12). Israel experimenta que la enfermedad, de una manera misteriosa, se vincula al pecado y al mal; y que la fidelidad a Dios, según su Ley, devuelve la vida: "Yo, el Señor, soy el que te sana" (Ex 15,26). El profeta entreve que el sufrimiento puede tener también un sentido redentor por los pecados de los demás (cf. Is 53,11). Finalmente, Isaías anuncia que Dios hará venir un tiempo para Sión en que perdonará toda falta y curará toda enfermedad (cf. Is 33,24).


(Todas las citas están tomadas del Catecismo de la Iglesia Católica disponible en línea en el sitio web del Vaticano. https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html)


COMENTARIOS ADICIONALES


Salmo 107 – Invitación a dar gracias a Dios, que puede cambiar la situación del pueblo


"Como sucedía en Sal 1, Sal 73 y Sal 90, con los que se iniciaban las partes I, III y IV, Sal 107 tiene un marcado tono sapiencial. Quizá por eso, además de la razón señalada antes (cfr Sal 90), se hizo comenzar aquí la parte V en la recopilación final de los salmos. Sal 107 guarda una relación clara con Sal 104 en cuanto que ambos presentan la acción providente y amorosa de Dios sobre sus criaturas: en aquél sobre los animales, en éste sobre los hombres. Ambos salmos sirven de marco inmediato a Sal 105 y Sal 106 que cantan la fidelidad y la misericordia del Señor con su pueblo. Por el lugar que ocupa Sal 107 viene además a mostrar cómo Dios ha reunido a los cautivos (cfr Sal 106,46; Sal 107,2-3) y ha socorrido a su pueblo (cfr Sal 106,44; 107,33-41). De esta forma el lector puede aprender ahora a clamar ante el Señor y a darle gracias.


Comienza con la invitación a dar gracias dirigida a aquellos que han experimentado la misericordia del Señor (vv. 1-3) y, a continuación, presenta cuatro grupos de personas que pasaron por situaciones angustiosas, clamaron al Señor y Él las libró (vv. 4-32): los perdidos en el desierto (vv. 4-9); los prisioneros tras la derrota por haber pecado (vv. 10-16); los enfermos a causa de sus culpas (vv. 17-22); y los que estuvieron a punto de zozobrar en el mar (vv. 23-32). La súplica de cada grupo (vv. 6.13.19.28) y la invitación que se les hace a dar gracias al Señor (vv. 8.15.21.31) se presentan a modo de estribillos. Después se introduce una enseñanza sobre cómo Dios cambia las situaciones para socorrer a los hambrientos (vv. 33-38) y levantar de la miseria al pobre (vv. 39-42). Concluye invitando a ser sabios y a entender (v. 43).


El cambio de las situaciones debido al querer de Dios, que se describe a lo largo de este salmo, se ha manifestado de manera eminente en la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo, y en su anuncio del Reino de Dios (cfr Mt 4,13-17). Así lo proclama la Santísima Virgen después de la Anunciación, reconociendo que Ella, humilde sierva del Señor, ha sido agraciada con el don de ser la madre del Mesías. Dios ha actuado con Ella según la forma de proceder descrita en el v. 9: «Colmó de bienes a los hambrientos» (Lc 1,53).”


(Comentario tomado de la Sagrada Biblia Universidad de Navarra, Edición Latinoamericana, versión electrónica).