Día 127: David cumple su promesa a Jonatán

INTRODUCCIÓN

  • Continuamos con el Segundo Libro de Samuel . Leímos los capítulos 7 y 8 en los cuales se habla de la edificación de una casa para el Señor.

  • Natán parece estar de acuerdo y después dice: “No, no vamos a construir una casa, es el Señor quién va a construir la casa, el reinado para David”, lo cual vemos en el capítulo 8 que era el tema interesante del día de ayer, cómo se consolida el reino de David y cómo ya se establece en Jerusalén.

  • Está aquí la capital y viene el Arca para Jerusalén. David entabla una amistad con el hijo de Jonatán, su gran amigo y ahora está obteniendo victorias sobre antiguos enemigos. Ya expandió las fronteras.

  • El trabajo no fue solo de David. Su liderazgo y sus generales le permitieron ir avanzando. Él le debe mucho a sus generales que fueron a estas batallas.

  • David fue célebre por su juicio, por su justicia, por la manera como trataba a la gente. La gente estaba siempre a favor de este rey.

  • David no olvida a su amigo Jonatán, el hijo de Saúl y manda llamar a su hijo, el cual tiene problemas para caminar por el problema de sus pies. Lo agasaja, lo sienta en su mesa y le devuelve todo lo que era de Saúl y le pide que sea su administrador. Lo favorece y lo protege porque es el hijo de Jonatán y es un hombre que está lisiado. Con esto vamos a descubrir la acción de un corazón bondadoso, de un corazón agradecido, de alguien que sabe valorar la amistad, de alguien que sabe que Dios bendice a cada persona en sus amigos, en la lealtad, en ser fieles, en el poder acompañarnos en las buenas y en las malas.

  • Hoy estaremos leyendo el Segundo Libro de Samuel, capítulo 9, 1 Crónicas, capítulo 12 y el Salmo 28.

PUNTOS CLAVES

  • David mandó a buscar al que quedaba de la familia de Saúl y encontró que era el hijo de Jonatán, su gran amigo. Él lo favorece y le entrega todo lo que le pertenecía a Saúl. Aquí vemos la grandeza de David, por qué Dios lo ha escogido.

  • David es un hombre grande, bondadoso, con un corazón que está siempre agradecido. Y es algo que debemos reconocer: cuando la gracia de Dios está en nosotros somos gente agradecida, gente que quiere devolver siempre el bien y buscar favorecer a los desfavorecidos.

  • Muchas veces pensamos en David por el pecado que cometió. No se niega que fue su gran falla, pero a veces enfocamos nuestra atención y ponemos el dedo en el pecado David. Olvidamos muy fácilmente que el corazón de David era grande. No le dediquemos la atención a las fallas de la vida de David, sino démonos cuenta de su nobleza y de sus hazañas.

  • Recordemos que David empezó como un joven pastor. Y de ser un pastor muy joven, salió a vencer al gigante Goliat. Siendo más pequeño, derrotó al gigante y se hizo grande. Dios lo va llenando de sabiduría y le va dando experiencia. La escritura nos dice que él escribió el Salmo 23. David sabía que cuando el pastor está, a las ovejas no les hace falta nada y es posible que él haya entendido este reinado como el momento de hacerse el pastor del pueblo que el Señor ha puesto en sus manos.

  • La acción de llamar al hijo de Jonatán, al nieto de Saúl es muy importante. Aunque Saúl había sido un enemigo cruel y despiadado que lo buscaba para matarlo, David siempre respetó su vida. Y con la muerte de Saúl, David empieza a convocar y a poner en orden sus ejércitos.

  • En ese tiempo, el nuevo rey eliminaba a todos los posibles candidatos. Pero no es el caso hoy de David. Él sabe que este nieto de Saúl tiene sangre real y no busca ejecutarlo sino sentarlo a su mesa. Quiere que sepa que lo va a proteger, que junto a él se va a sentir seguro y establece una gran relación con él, hasta el punto de que este hombre se queda a vivir en Jerusalén. David seguramente lo hubiera podido matar fácilmente pero no fue así, todo lo contrario, lo puso en un lugar privilegiado. Le pidió a Sibá que lo trajera y que trabajara para él para que de esta manera nunca le faltara nada.

  • David nos da una lección maravillosa el día de hoy. La capacidad de amar, de ser fiel, de ser amigo, de reconocerse uno delante de Dios como una persona que tiene que servir es algo no solamente corporal sino espiritual. Mefibóset está sorprendido de la bondad de David y se siente como un "perro muerto" ante él, pero David no lo ve como tal. Él lo ve como el hijo de sus amigos, Jonatán y Saúl. David quiere sentarlo a su mesa y comer con él. David ha liberado a Mefibóset de la muerte, para que este hombre también pueda vivir de manera fiel delante de los ojos de Dios.

  • David nos enseña a tener un corazón humilde. Tal vez David no podía sanar a este hombre de su problema con los pies, pero podía sanarlo de sus miedos, podía sanarlo de todas las cosas que lo tenían alejado de un buen lugar en la mesa real. Quizás nosotros no recibamos la sanación corporal al escuchar la palabra de Dios, pero tal vez escuchando esta palabra sintamos que, sin importar cuál es nuestra dolencia, sin importar cuál es nuestra debilidad, sin importar cuál es nuestro pecado, escuchemos al Señor llamando que nos dice: “Tú también ven, siéntate conmigo a la mesa, porque no he venido a destruirte. Todo lo contrario, he venido a salvarte, he venido a extender mi mano hacia ti, he venido para que te sientes conmigo y para que celebremos juntos”. Creo que hoy hemos recibido mucha bendición con estos capítulos que se nos han dado.

ORACIÓN FINAL DE FRAY SERGIO

Nuevamente les pido que por favor oren por mí, ya me siento un poco mejor, está regresando mi voz. Pidan para que yo pueda ser fiel a este ministerio de compartir la palabra con ustedes todos los días, para que pueda vivir con fe esta palabra que leo, que comparto, para que pueda enseñar siempre la verdad, para que yo también pueda cumplir lo que enseño y sobre todo que la bendición de Dios Todopoderoso que es Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y los acompañe siempre. ¡Qué Dios los bendiga!


COMENTARIOS ADICIONALES

2 S 9:1-20.26

"Comienza el relato sobre la sucesión de David. Estos capítulos junto con los dos primeros del libro siguiente (cfr 1 R 1-2) presentan gran homogeneidad literaria y van orientados a justificar la subida al trono de Salomón a pesar de que él no era el primogénito. Se cuentan con crudeza las insidias de la corte: adulterios, crímenes, envidias, venganzas…, y se deja bien claro que el Señor cumple las promesas hechas por medio de Natán, y que Salomón llega a ser rey no tanto por méritos propios, ni por su protagonismo en las intrigas, sino por designio de Dios que va rechazando, uno a uno, a todos los aspirantes; ninguno era digno. En todas estas peleas cortesanas resalta la conducta prudente y religiosa de David frente a los delitos y traiciones de quienes le rodean.”

(Comentario tomado de la Sagrada Biblia Universidad de Navarra, Edición Latinoamericana. Versión EPUB).

2 S 9:6-13 - El nombre del hijo de Jonatán (Mefibaal o Mefibóset)

"Como sucede con Isbaal, llamado a menudo Isbóset (2S 24,16 nota), al hijo de Jonatán se le llama aquí Mefibóset, nombre que suprime la referencia al Baal («señor») cananeo, aunque su verdadero nombre es Mefibaal, «de la boca de Baal». En 1Cro 8,34; 1Cro 9,40, el mismo personaje es llamado Meribaal."

(Comentario de la Nueva Biblia de Jerusalén. Accesado ek día 30 de mayo de 2022. Tomado del website https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=lb_labiblia&bb_cita=todo&bb_texto=&bb_libro=10&bb_trp=1&bb_trs=0&bb_refs=1&bb_cnv=1).