Día 117: David perdona a Saúl por segunda vez

INTRODUCCIÓN


  • Hemos estado leyendo sobre David y nos damos cuenta de que este hombre, que había sido pastor, que había sido escogido por Dios, está pasando por un momento difícil. Él había protegido a la gente de Nabal y disponía de un ejército bastante grande, evitando que lo roben. Y, aunque él hubiera podido venir a Nabal y quitarle sus posesiones, él decide no hacerlo porque ha sido su protector. En el momento en el que necesita comida, envía a sus jóvenes y les instruye para que hablen con Nabal y pidan ayuda. Pero este no quiere ayudarlo porque dice que David ha traicionado a Saúl y que no era leal con él.


  • Alguien de la casa de Nabal se entera y le cuenta a la esposa de este, Abigail, cómo está procediendo su marido con David. Abigail de manera inteligente —tal vez movida por Dios— se va a encontrar con David. Le lleva comida y bebida y quiere entrar en contacto con David antes de que algo pueda pasar. Se acerca a David y lo calma, porque David venía cabalgando lleno de ira, con deseos de acabar con Nabal y todo varón de su pueblo. Pero ve por el camino a esta mujer montada en su burrito que viene con provisiones. Como sus hombres tienen hambre, él se detiene ante esta hermosa mujer y se da cuenta de sus buenas intenciones. Ella se postra ante David y le pide disculpas por su esposo, por la mala actitud que éste ha tenido.


  • Hasta este momento David se ha mantenido de manera limpia, honesta y pura. Ha vivido para Dios y ha tratado de agradar a Dios en todo. Y Abigail lo reconoce y se lo dice, que ve en él un hombre bueno. Abigail es la que le dice que así como él mató a Goliat con una piedra, de la misma manera Dios va a someter a todos tus enemigos y los pondrá como una piedra en onda y los mandará lejos. David siente compasión y se detiene, pues esta mujer está echada a sus pies. Esta mujer está dotada de gran sabiduría y se ha ganado la simpatía de David.


  • Podríamos preguntarnos cómo este hombre, Nabal, tan borracho, tan terrible ha podido conquistar a esta mujer.

  • Cuando llega a los oídos de David que Nabal muere, David la busca y la toma como esposa, aunque no la toma sólo a ella, sino a otra mujer. Así el pecado entra en la vida de David. Ya lo veremos más adelante.

  • Hoy leeremos 1 Samuel, capítulo 26 y el Salmo 56. Este es el día 117.

PUNTOS CLAVE


  • Una vez más David perdona la vida de Saúl. Saúl está obsesionado en matar a David y David no levanta la mano contra el ungido de Yahvé.


  • Saúl había salido en campaña, hace otra cruzada para matar a David y ya vemos lo que ocurre, David tiene que salir corriendo al desierto. Saúl sale detrás de él a perseguirlo. Nos damos cuenta de cómo David es un gran soldado y cómo conocía todo el terreno, lo cual lo ayuda a convertirse en un soldado muy experto. También vemos cómo David tiene a su lado gente que le es leal, que están dispuestos a morir por él y con él. Hoy se van a enfrentar contra Saúl cuyos soldados parecen no ser tan leales como los de David. Saúl parece que también desconfía de ellos.


  • David se sorprende de que el rey entre en un territorio que no conoce, pues sabe que está poniéndose en peligro, sabe que es un error de estrategia militar. Y David, por eso, envía muchos espías para que se den cuenta de lo que está haciendo Saúl. Si verdaderamente es el rey, porque ha tomado una decisión tan errónea de entrar en una región donde él no conoce.


  • David desde ese momento le pone la mirada a Saúl y empieza a calcular cada uno de sus movimientos. Se esconde y pide ayuda a uno de sus amigos con los cuales se va al campamento y encuentra a Saúl dormido. Está rodeado de sus hombres y estos están más dormidos que el rey. Toma su lanza, toma su jarra de agua y sabe que su soldado, Abisay, lo puede matar de un solo golpe, pero David lo detiene y le advierte que no puede levantar la mano contra el ungido de Yahvé.


  • David es un hombre de respeto, es un hombre que quiere honrar al Señor, que quiere respetar al ungido de Yahvé. Y Yahvé, por supuesto, lo está ayudando, ha causado este sueño profundo a Saúl ya sus hombres.


  • Hay que tener calma muchas veces frente a nuestros enemigos. Tenemos que recordar que ellos también son amados por Dios y tenemos que entregarle la justicia a Dios y no a nuestras manos. Estos relatos de David nos enseñan que todos los que confiamos en el Señor y sabemos que él es nuestro salvador, podemos descansar confiados sabiendo que el Señor es nuestro refugio, que él nos protege, que él se ocupa de nosotros y de todos aquellos que se levantan en nuestra contra, de nuestros enemigos.

  • David pudo haber matado hoy al rey, pero sabe que no puede atentar contra él ungido de Yahvé. En cambio Saúl ya sabe que David está protegido por Yahvé y no tiene ningún problema en atentar contra su vida.


  • Ojalá que tú y yo cada día respetemos más la dignidad humana, respetemos a cada una de las personas que a veces nos hacen daño, porque a veces no saben lo que están causando en nuestras vidas. Que podamos respetar a todos aquellos que han sido ungidos por Dios y los que no, también, porque todos somos hijos de un solo Señor.

ORACIÓN FINAL DE Fr. SERGIO

"Pidamos por paz en el mundo, por paz en nuestros corazones para que se abran nuestras maneras de comprender y entender a los demás. Que no simplemente queramos que los demás se comporten como nosotros quisiéramos, sino que los sepamos entender, que lo sepamos respetar y sobre todo que respetemos la vida desde la concepción hasta la muerte natural.


Y antes de despedirme, como siempre quiero pedirles que por favor oren por mí, para que sea fiel al ministerio que se me ha confiado, para que pueda vivir con fe en lo que leo, lo que enseño, para que pueda enseñar siempre la verdad y cumplir lo que he enseñado.

Y que la bendición de Dios Todopoderoso que es Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y los acompañe siempre. ¡Que Dios los bendiga!"


COMENTARIOS ADICIONALES

Salmo 56 – “Al maestro de coro. Según «La paloma muda de las lejanías». De David. Mictam. Cuando los filisteos lo tenían prisionero en Gat.”


“La oración contiene la súplica de un hombre perseguido (vv. 2-3) que, enseguida, manifiesta su confianza en Dios (vv. 4-5). Pasa luego a describir la acción de los enemigos (vv. 6-7) y pide a Dios que se fije en su dolor (vv. 8-9) y les haga retroceder, ya que él confía y no teme lo que pueda hacerle el hombre (vv. 10-12). Finalmente reconoce ante Dios que ha de cumplir las promesas hechas, pues ya se ve salvado (vv. 13-14). La oración se inserta en el marco literario de la petición (v. 2) y del haber sido escuchado (v. 14). Su desarrollo está marcado por un estribillo en el que se proclama la confianza en Dios (vv. 5.11-12).

El título que acompaña a este salmo presenta a David prisionero de los filisteos, cuando en realidad él mismo fue a refugiarse en Gat, y temiendo por su vida se hizo el loco y se marchó de allí (cfr 1 S 21,11-22,1). Ciertamente puede darse una cierta analogía entre la situación de David en Gat y la que refleja el salmista en su vida, pero una vez más vemos que el contenido del del salmo trasciende las circunstancias concretas. Al rezar este salmo, el cristiano recuerda las palabras de San Pablo cuando afirma que nada nos podrá separar del amor de Dios (cfr Rm 8,35-39).”


(Comentario tomado de la Sagrada Biblia de la Universidad de Navarra, edición Latinoamericana, versión electrónica)